miércoles, 16 de febrero de 2011

ECUADOR: Acción Ecológica opina sobre el caso TEXACO


Quito, 15 de febrero del 2011
ACCION ECOLÓGICA | Ecuador 
La lucha contra la Texaco tiene un largo recorrido en donde se suman las acciones de resistencia y rechazo interpuestas por los pueblos indígenas, habitantes tradicionales de esos territorios, luchas de los campesinos reclamando por los abusos de la empresa, misioneros comprometidos con la gente, o ecologistas deconstruyendo lo que se había convertido en como el mito del “desarrollo” para el país basado en la explotación petrolera.

El caso de Texaco permitió colocar sobre el escenario político varios temas: la desigualdad de los tratos con las transnacionales, la capacidad de las empresas petroleras de permear gobiernos, los doble estándares en sus prácticas y los abusos cometidos contra la población -y la naturaleza- como parte la de ocupación de territorios.

El juicio contra de Texaco (hoy Chevron), dilatado por la empresa a base de dinero, acciones legales y pretensiones de chantaje, logró abrirse paso en el tiempo a fuerza de constancia y perseverancia, de campañas de difusión, gracias al concurso de centenares de expertos que han levantado información de campo, al apoyo de cineastas, periodistas, artistas, también la solidaridad de otros pueblos indígenas, campesinos, y otros que sufren la misma situación y la colaboración de decenas de organizaciones ecologistas en el Ecuador y el mundo.

La sentencia del juez de Sucumbíos del 14 de febrero del 2011 tiene algunos elementos importantes que queremos resaltar.  En primero tiene que ver con que el dictamen que reconoce una amplia gama de impactos que incluyen contaminación del suelo, de las fuentes de agua, afectaciones a la salud y severos efectos culturales y sociales en las poblaciones locales.  pPara cada uno de ellos el juez estableció un monto de reparación. 
Los demandantes en el caso Texaco argumentan que, si bien no hay dinero que alcance para compensar las vidas humanas y los daños a la naturaleza, el monto establecido por el juez no alcanzará a cubrir todos los gastos necesarios para la restauración de la zona y pedirán que se revea la cifra. 

Los montos establecidos equivalen a algo más de 5 dólares por barril de petróleo extraído. Las ganancias para el estado ecuatoriano por la explotación petrolera, en promedio no llega a 5 dólares por barril pues es el estado paga los servicios de extracción dado que lo que se asegura en este negocio es la ganancia de las empresas. Si a esto le añadimos todos los costos ambientales y sociales que no están considerados y el valor de la reparación de las zonas afectadas. Obviamente, el sacar petróleo significa, por donde se lo mire, un mal negocio para el país. 

El segundo elemento de la sentencia se relaciona con el daño moral del delito. Esto está acorde con los lineamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que cuando habla de reparación incluye, además de la rehabilitación y compensación, la satisfacción y garantías de no repetición. El juez determinó que la empresa Texaco (hoy Chevron) debe pedir disculpas públicas a  los moradores de la zona en el lapso de 15 días, de lo contrario el monto fijado en la sentencia dólares deberá  duplicarse.

La disculpa es sin duda una acto de satisfacción y reparación moral para las víctimas, y para el país. Implica reconocer el delito y por lo tanto ser sujeto de vigilancia para evitar la repetición del delito, en Ecuador y en otras partes del mundo. 

Acción Ecológica
informacion@accionecologica.org

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