En un impresionante artículo, David Wilson demuestra el carácter de genocidio que conlleve la agresión a Libia, no sólo por los brutales bombardeos contra la propia población civil que dicen querer proteger, sino por el uso en los proyectiles del letal uranio empobrecido. Wilson señala que en las primeras 24 horas del ataque contra Libia, los B-2 de EEUU arrojaron 45 bombas de dos mil  libras de peso cada una, las cuales  junto con los misiles Cruise lanzados desde aviones y barcos británicos y franceses, contenían ojivas de uranio empobrecido, “armas perfectas para asesinar a montones de gente”.
DAVID WILSON – “Los misiles que llevan puntas dotadas de uranio empobrecido se ajustan a la perfección a la descripción de bomba sucia… Yo diría que es el arma perfecta para asesinar a montones de gente.” Marion Falk, experta en física química (jubilada), Laboratorio Lawrence Livermore, California, EEUU.
En las primeras 24 horas del ataque contra Libia, los B-2 de EEUU arrojaron 45 bombas de dos mil  libras de peso cada una [algo menos de mil kilos ]. Estas enormes bombas, junto con los misiles Cruise lanzados desde aviones y barcos británicos y franceses, contenían ojivas de uranio empobrecido.
El UE es el producto de desecho del proceso de enriquecimiento de uranio. Se utiliza en las armas y reactores nucleares. Debido a que es una sustancia muy pesada, 1,7 veces más densa que el plomo, es muy valorada en el ejército por su capacidad para atravesar vehículos blindados y edificios. Cuando un arma que lleva una punta de uranio empobrecido golpea un objeto sólido, como una parte de un tanque, penetra a través de él y después explota formando una nube candente de vapor. El vapor se asienta como polvo, un polvo que no sólo es venenoso, también radioactivo.
Un misil con uranio empobrecido cuando impacta se quema a 10 mil ºC. Cuando alcanza un objetivo, el 30 por ciento se fragmenta en metralla. El 70 por ciento restante se evapora en tres óxidos altamente tóxicos, incluido el óxido de uranio. Este polvo negro permanece suspendido en el aire, y dependiendo del viento y de la climatología, puede viajar sobre grandes distancias. Si ustedes piensan que Iraq y Libia están muy lejos, recuerden que la radiación de Chernobyl llegó hasta Gales.
Resulta muy fácil inhalar partículas de menos de 5 micras de diámetro, que pueden permanecer en los pulmones o en otros órganos durante años. Ese uranio empobrecido inhalado puede causar daños renales, cánceres de pulmón y huesos, trastornos en la piel, trastornos neurocognitivos, daños cromosómicos, síndromes de inmunodeficiencia y extrañas enfermedades renales e intestinales. Las mujeres embarazadas que se ven expuestas al uranio empobrecido pueden dar a luz a bebés con defectos géticos. Una vez que el polvo se vaporiza, no cabe esperar que el problema pueda desaparecer pronto. Como emisor de partículas alfa, el UE tiene una vida media de cuatro mil 500 millones de años.
En el ataque de la operación “conmoción y pavor” contra Iraq, se arrojaron, sólo sobre Bagdad, mil 500 bombas y misiles. Seymour Hersh ha afirmado que sólo la Tercera Insignia de Aviación de los Marines de EEUU arrojó más de “500  mil toneladas de munición”. Y todo eso llevaba puntas de uranio empobrecido.
Al Yasira informó que las fuerzas invasoras estadounidenses dispararon 200 toneladas de material radioactivo contra edificios, hogares, calles y jardines de Bagdad. Un periodista del Christian Science Monitor llevó un contador Geiger hasta zonas de la ciudad que habían sufrido una dura lluvia de artillería de las tropas estadounidenses. Encontró niveles de radiación de entre mil  a  mil 900 veces por encima de lo normal en zonas residenciales. Con una población de 26 millones de habitantes, eso significa que EEUU arrojó una bomba de una tonelada por cada 52 ciudadanos iraquíes, es decir, unos 20 kilos de explosivo por persona.
William Hague [Secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico] dijo que íbamos a Libia “a proteger a los civiles y a las zonas habitadas por civiles”. Vds. no tienen que mirar muy lejos para ver a quién y qué se está “protegiendo”.
En las primeras 24 horas, los “Aliados gastaron” 100 millones de libras esterlinas en munición dotada de punta de uranio empobrecido. Un informe sobre control de armamento realizado en la Unión Europea afirmaba que sus estados miembros concedieron en 2009 licencias para la venta de armas y sistemas de armamento a Libia por valor de 333 mil 657 millones de euros. Gran Bretaña concedió licencias a las firmas de armamento para la venta de armas a Libia por valor de 24 mil 700 millones de euros y el Coronel Gaddafi pagó también para que se enviara a las SAS [siglas en inglés de Servicio Especial Aéreo] a entrenar su 32ª Brigada.
Me apuesto a que en los próximos cuatro mil 500 millones de años, William Hague no va a ir de vacaciones al Norte de África.

(Redacción La Voz del Sandinismo-Cubadebate)