domingo, 24 de abril de 2011

La guerra que nunca terminó

¿No es interesante que la guerra para conservar la esclavitud se haya peleado en la nación llamada "la tierra de la libertad"?
Mumia Abu-Jamal 
Hace 150 años, miles de obuses y balas de cañón se dispararon contra el Fort Sumter en Carolina del Sur, y así comenzó la Guerra Civil entre el Norte y el Sur en Estados Unidos. En cuatro años, alrededor de  600,000 combatientes murieron –– más que en la larga guerra de Vietnam que duró nueve años.
¿No es interesante que la guerra para conservar la esclavitud se haya peleado   en la nación llamada "la tierra de la libertad"?
Desde  1861  hasta 1865 la guerra encarnizada se prolongó en todo el país. Al final de la guerra, el Congreso de Estados Unidos aprobó las Enmiendas 13, 14 y 15 de la Constitución, pero los tribunales tardaron 100 años en empezar a reconocerlas. Durante ese siglo, las cortes cedieron derechos constitucionales a las corporaciones --pero no a la gente negra. Respaldaron la supremacía blanca en lugar de la igualdad para los Negros.
Aunque uno de los infractores más destacados era la Suprema Corte, los presidentes estadounidenses también   tomaron un papel importante en promover políticas diseñadas para limitar, negar y socavar los derechos de los negros.
Bajo muchas leyes estatales, a los Negros les negaron el derecho a votar, a disfrutar del uso de instalaciones públicas, a ocupar cargos públicos y   a comprar casas en la mayoría de los vecindarios. Las escuelas, desde la primaria hasta la universidad, eran racialmente segregadas con una gran falta de financiamiento.
150 años después, y las escuelas en las zonas urbanas todavía están segregadas por clase y desesperadamente desprovistas de fondos. Más del 50% de los estudiantes de las escuelas de las grandes ciudades como Baltimore, Nueva York  y Chicago han abandonado sus estudios. En muchos casos, estas escuelas están aún más segregadas ahora que   hace 50 años, y las elites políticas promueven la privatización de la educación.
Un siglo y medio después del inicio de aquella sangrienta guerra, unas expertas en derecho como Michelle Alexander (autora de El Nuevo Jim Crow), sostienen que los Negros  pobres y de la clase obrera constituyen una casta en la sociedad norteamericana, sujeta  tanto al tratamiento desigual y discriminatorio en los tribunales de la nación como a la exclusión social casi total.
Para demasiada gente, la guerra  sigue.
Desde el corredor de la muerte soy Mumia Abu-Jamal
--(c) '11 maj
10  de abril de 2011
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México

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