sábado, 9 de abril de 2011

Libia, las plutocracias occidentales y la izquierda “culta” Iberoamericana

Muammar El Gadafi recogió en su “Libro verde” la cultura común de las tribus libias y la extrapoló en un proyecto original de construcción de una nación que buscó y encontró como salir de la pobreza.
Hernán Pardo | Colombia 
Base ideológica de la revolución libiaMuammar El Gadafi, con la síntesis propositiva contenida en su “Libro verde”, recogió la cultura común de las tribus libias y la extrapoló en un proyecto original de construcción de una nación que buscó y encontró como salir de la pobreza con la participación protagónica de su pueblo, a pesar del escándalo de los rigurosos seguidores del “socialismo científico” marxistas, socialdemócratas y demás especímenes de larga formación académica y periodística quienes como Ignacio Ramonet desprecian lo que no entienden. Honrosa la excepción de Fidel Castro y otros pocos que desde su proclamada ortodoxia marxista-leninista reconocen los logros de la revolución libia y la agresión ambiciosa de la OTAN pero declarándose honestamente ajenos a la ideología de Gadafi.

Libia supo derrotar la tiranía y la opresión de los colonialistas y del rey vende patria y luchar contra la agresión imperialista, si cayó en la guerra santa islámica tuvo el coraje de rectificar y desterrar a los terroristas que alguna vez protegió creyendo que le ayudaban. Cuando el imperio norteamericano olvidó el terrible susto de su derrota en Vietnam y los halcones volvieron a batir sus alas contra las naciones árabes, Gadafí negoció con las potencias occidentales logrando preservar y continuar la maravillosa tarea de reverdecer el desierto del Sahara para poblarlo con la fertilidad desatada de los libios, haciendo honor a su tradición, y también con la colaboración de cientos de miles de trabajadores asiáticos y africanos.

Debiéramos quitarnos el sombrero frente a ese pueblo maravilloso que logró encontrar solución a su absoluta falta de agua y avanza en el rescate para la vida del mayor desierto del mundo. Miles y miles de kilómetros de ríos artificiales entubados en 4 metros de diámetro para evitar la evaporación surten de agua pura a la mayoría de sus habitantes y permiten recuperar para la agricultura y los bosques decenas de miles de hectáreas empezando a revertir lo causado tal vez por la explotación desmedida de los antiguos. Y continuarán adelante, cuando alcancen centenares de miles de hectáreas volverán las lluvias y rellenarán los acuíferos. Quizás muchos hacinados europeos puedan recobrar su equilibrio con la naturaleza gracias a la generosidad de ese hermoso pueblo.

¿Como se atreven a intentar destruir el proyecto mas grande de reparación de la madre tierra? ¡Fuera imperialistas tardíos de la heroica Libia! Ellos sabrán reconciliarse con los confundidos y extirpar a los traidores, honrarán a su Prócer que ya se ganó en África, junto con Nelson Mandela, un sitio similar al de Simón Bolívar y Fidel Castro en nuestra Latinoamericana. Recuerden obnubilados euro-centristas que cuando en América, Asia y África florecían antiguas civilizaciones Europa era habitada por salvajes y bárbaros.

Si no logramos respetarnos y vivir en paz, solo nos espera la extinción de la especie humana.

Hernán Pardo

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