La impunidad sigue prevaleciendo para muchas de las 23 millones de personas que viven en el vasto Amazonas brasileño.
Sol de Pando
La intervención gubernamental en la Amazonia brasileña Autoridades revelan que existe una “lista negra” con un centenar de potenciales víctimas de los sicarios forestales. Se establece un área bajo Limitación Administrativa Provisoria para.
El gobierno brasileño decidió intervenir en zonas de la Amazonia tras la oleada de violencia en la que cuatro campesinos fueron asesinados durante la última semana. El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff se reunió el lunes 30 de mayo para elaborar una estrategia de emergencia que no excluye la militarización de la zona y el reforzamiento de las fuerzas policiales.
La creación de un área bajo "Limitación Administrativa Provisoria" en parte de tres estados de la región amazónica —lo cual significaría una especie de declaratoria de "zona roja"—, es considerada por las autoridades que se han movilizado ante estos crímenes seriales que vuelven a ensangrentar la amazonia brasileña.
“Nuestro objetivo es (dar protección) a las personas marcadas para morir” dijo el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, confirmando que existiría una “lista negra” de más de un centenar de líderes sociales en la mira de sicarios ligados a empresarios de grandes inversiones ganaderas y madereras que se niegan a respetar el eco-sistema amazónico.
La serie de crímenes se inició el martes 24 de mayo con los asesinatos de José Claudio Ribeiro da Silva y de su esposa, María do Espírito Santo da Silva, quienes comandaban una comunidad de extracción de castaña y luchaban contra empresas madereras dedicadas a la tala de árboles en la región de Nova Ipixuna, en el estado de Pará.
En la misma comunidad, la policía encontró el sábado 28 de mayo el cuerpo acribillado de otro líder local, Eremilton Pereira dos Santos, quien estaba desaparecido desde el jueves último.
A estos dos crímenes se sumó el de Adelino Ramos, líder del Movimiento Campesino Corumbiara, asesinado el viernes 27 de mayo en la localidad de Vista Alegre do Abuná, en el estado de Rondonia.
Ante la serie de crímenes, el vicepresidente Michel Temer, quien ocupó la jefatura del gobierno brasileño durante la visita de Dilma Rousseff a Uruguay, comandó una reunión con varios ministros para elaborar un plan de emergencia para la Amazonia.
En el encuentro intervinieron el ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho; el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, el general José Elito; el presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Marcio Meira, y representantes del Ministerio de Medio Ambiente, de la Policía Federal y de la Secretaría de Derechos Humanos.
Cuarto asesinato en una semana, matan a Ermelton Pereira
Eremilton Pereira dos Santos fue hallado muerto en el mismo lugar en el cual mataron a Zé Claudio Ribeiro da Silva y su esposa . Pudo ser testigo del crimen contra la pareja de castañeros. A Zé Claudio le cortaron una oreja, probablemente como prueba de que murió
La Policía del Brasil viene investigando la muerte de Eremilton Pereira dos Santos, de 25 años, e indicó que aún es muy pronto como para vincularla al asesinato, el martes 24 de mayo, del recolector castañero José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa María. Pero reportes locales dicen que dos Santos podría haber presenciado los homicidios.
El cadáver de Eremilton Pereira dos Santos fue encontrado el sábado 28 de mayo en el estado selvático de Pará, a sólo unos kilómetros de donde fueron hallados el activista y su esposa. Si los asesinatos están vinculados, la muerte de dos Santos sería la cuarta que ocurre en la región esta semana con relación a conflictos de tierras.
Adelino Ramos, líder en la lucha por una reforma agraria, fue asesinado el viernes 27 de mayo en el estado amazónico de Rondonia.
“Aún tenemos que investigar”, afirmó en un comunicado Luiz Fernándes, secretario de Seguridad Pública de Pará. “Si los crímenes están vinculados, es seguro que lo descubriremos”.
El inspector policial Silvio Maues dijo que es improbable que Pereira dos Santos haya presenciado los asesinatos del martes, pero agregó que “todo será investigado”.
Eremilton Pereira dos Santos y los da Silva fueron asesinados cerca de una reserva forestal sustentable desarrollada en tierras cedidas por el Gobierno, donde encabezaban a unas 300 familias que trabajaban el bosque en Pará, uno de los estados brasileños más violentos y anárquicos.
En el caso de los esposos Ribeiro da Silva, las autoridades dicen que prácticamente no hay duda de que la pareja fue muerta por la labor que realizaba. Enfrentaron muchas amenazas de muerte, no les robaron nada y a Zé Claudio Ribeiro da Silva le cortaron una oreja, probablemente como prueba de que murió.
La impunidad sigue prevaleciendo para muchas de las 23 millones de personas que viven en el vasto Amazonas brasileño, debido al débil sistema judicial de Brasil y a la corrupción de las autoridades, según denuncian activistas y algunos funcionarios honestos del propio Gobierno.
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