Todos los eslóganes que clamaron los manifestantes tenían como propósito pedir la disolución del gobierno actual y la formación de un gobierno de unidad nacional verdadera, llamando a una nueva revolución...
Al-Badil | Rebelión
Traducido del árabe para Rebelión por Elisa Viteri
Desde la mañana del viernes 6 de mayo de 2011, la capital de Túnez, así como muchas otras ciudades tunecinas, fue testigo de una multitudinaria marcha, en la que los manifestantes expresaban su enfado ante las maniobras que ha llevado a cabo el Gobierno de Beji Caid Essebsi, el cual rehúye la revolución y preserva el antiguo régimen autoritario, a pesar de los sacrificios y las víctimas que le costó a la pueblo tunecino cortar con este régimen para lograr un cambio democrático real.
Todos los eslóganes que clamaron los manifestantes tenían como propósito pedir la disolución del gobierno actual y la formación de un gobierno de unidad nacional verdadera, llamando a una nueva revolución. Las fuerzas del orden público y la policía secreta, armada con palos, porras y gases lacrimógenos se enfrentaron a manifestantes y viandantes de manera brutal e histérica. Los golpes, patadas e improperios se dirigieron hasta contra niños, mayores y periodistas, tunecinos o extranjeros. Así mismo, la policía entró por la fuerza en la sede del periódico El Sahafa, de la editorial gubernamental Ibris, y rompió la puerta de la Unión General del Trabajo de Túnez en la calle Carthage.
La calle Habib Bourguiba, en el centro de la capital, fue el escenario de estos hechos brutales, así como de los enfrentamientos que se extendieron hasta bien tarde y que incluyeron a algunas zonas periféricas de la capital, las cuales pasaron a estar bajo un asedio policial completo. Cerraron los establecimientos comerciales e impidieron la circulación de los medios de trasportes públicos y privados, a consecuencia de los hechos violentos y la amplia campaña de controles a manifestantes y viandantes.
Todos estos acontecimientos nos traen a la cabeza lo que venían haciendo las fuerzas policiales de la era de Ben Alí, y nos confirma de nuevo que la policía secreta, en contra de lo que dice el gobierno de Essebsi, no ha sido disuelta, sino que sigue activa y usando todos los dispositivos y equipos a su alcance y con el mismo estilo: las detenciones, la opresión y la brutalidad. Confirma, así mismo, que los jóvenes tunecinos siguen viendo coartadas sus libertades de expresión y manifestación, lo que prueba que el gobierno actual de Essebsi no es sino una extensión del régimen de Ben Alí. Así mismo, demuestra la veracidad de lo que dije antes, y es que nada ha cambiado y que el antiguo régimen sigue en pie, así como todos sus órganos, instrumentos y procederes, y que la revolución no ha completado sus cometidos, sino que está en peligro siempre que los órganos gubernamentales y las organizaciones económicas y financieras tengan el control de la Asamblea, la policía secreta, la gestión de los medios de comunicación y todas las manifestaciones de la vida política y pública.
El Partido Comunista de los Trabajadores de Túnez:
- Denuncia estos hechos brutales y le atribuye toda la responsabilidad al ministro del Interior, conocido ya por sus conexiones con el régimen de Ben Alí.
- Pide que se abra una investigación independiente que dé con los responsables de estos hechos, los que dieron las órdenes y los que las ejecutaron, para que se los lleve ante la justicia, así como que el ministro del Interior sea cesado de manera inmediata.
- Pide de nuevo que se disuelva el gobierno fallido de Essebsi, que intentaba pasar por alto a la revolución, y que se forme un nuevo gobierno de unidad nacional que pueda administrar y dirigir la etapa en la que se cumplirán los objetivos de la revolución y se conseguirá la independencia.
- Renueva su compromiso con el derecho del pueblo a la libertad de expresión y de manifestación y con todo lo conseguido a través de la revolución y sus objetivos.
- Asegura a todas las víctimas de la opresión (ciudadanos y periodistas) su apoyo y solidaridad, y les comunica que está totalmente preparado para seguir luchando con ellos y con el resto del pueblo para completar las tareas que trajo la gloriosa revolución del 14 de enero.
Viva la revolución por la dignidad y la libertad
Abajo con el gobierno de Essebsi
Por un gobierno de unidad nacional verdadera
Por una investigación que descubra a los responsables de los hechos de barbarie y opresión
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