Entrevista a Guillermo Amador Padilla, exiliado hondureño en la Argentina y uno de los fundadores del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP)
Prensa Obrera
-Ante los rumores de la vuelta de Zelaya, ¿vos creés que va a volver realmente?
-Zelaya tendrá que regresar porque los golpistas se la están jugando. Este próximo 6 de junio, cuando la OEA sesione, tendrá que ingresar a Honduras en esa organización porque los Estados Unidos ya no pueden sostener económicamente a Honduras, a los golpistas; por eso es que han buscado a una de sus mejores piezas, como lo es Santos, para forzar una mediación que lleve la pelota a su cancha. La idea es ingresar a Zelaya en Honduras, pero no cumplir con los demás puntos que él ha exigido. El mundo entero cree que las causas judiciales contra Zelaya han sido eliminadas, pero no ha sido así. Lo que hubo fue una suspensión de los casos, que se pueden reactivar dentro de seis meses. Zelaya se la está jugando al volver, pero ese es el precio para que Honduras regrese a la OEA y se blanquee el golpe, que los golpistas digan aquí ya no pasa nada, todo ha vuelto a la normalidad, le quitamos al FNRP la bandera de lucha y lo empezamos a atacar más fuerte. Si ahora, con Zelaya afuera y más de 250 exiliados, hay cerco informático, luego será peor. Y los golpistas se podrán hacer de mucho dinero (créditos internacionales). Es inadmisible el ingreso en la OEA: se están violando los derechos humanos, están asesinando campesinos, luchadores, obreros y estudiantes. Hay una persecución sistemática. El FNRP ha caído, a mi parecer, en una dinámica de juego impuesta por los Estados Unidos y esto es grave, porque las bases están pidiendo que haya un proyecto de refundación del Estado, con una Asamblea Nacional Constituyente. Los golpistas quieren llevarnos a elecciones, pero ¿bajo qué democracia? Hay que tener mucho cuidado.
-¿Qué debates se están dando hacia dentro del FNRP?
-El FNRP es muy amplio, hay diversas fuerzas. Hay fuerzas como la indígena y campesina que están poniendo los muertos junto con el movimiento gay-lésbico, los profesores y los estudiantes. Los jóvenes que no tienen un perfil alto para protegerse, son blanco de los ataques de los escuadrones de la muerte, con el mismo método que utilizó el gobierno colombiano, los llamados "falsos positivos". Dentro del FNRP hay una lucha interna. Por un lado, están los que quieren hacer el juego electoral y, por el otro, hay sectores como los campesinos organizados y los indígenas, que tienen la postura de que debemos convocar a una Constituyente refundacional para poder tomar el poder, con las bases, por un cambio total con las reglas en manos del pueblo, no de la oligarquía. ¿Por qué estamos pidiendo a un gobierno ilegal que nos reconozca? Eso es algo absurdo. El FNRP tiene que buscar el poder, pero no bajo los reglamentos y las leyes que ahorita se encuentran. No podemos ir a elecciones que no son normales en Honduras.
-¿Qué pensás del Frente de Izquierda y los Trabajadores, que fue recientemente conformado?
-Lo que he podido analizar, en el poco tiempo que estoy viviendo acá, es que toman una dinámica de denuncia de cosas que nadie quiere ver. Veo gente durmiendo en la calle y cuestiones sociales muy graves. El hecho que me ha llamado la atención es que hay alguien que va de frente y enseña realidades. Eso es lo que he podido ver en poco tiempo.
-¿Algo más?
-Más que todo tratar de continuar en la lucha, tener paciencia que las cosas se van a dar. Aquí y en el mundo entero están habiendo cambios importantes. Y algún día llegar a comprender que es el pueblo quien tiene el poder. En las calles está el poder, como decimos nosotros.
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Reportaje: Rafael de Once
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