La holandesa Tanja Neimeijer, guerrillera de las FARC, fue manipulada por las autoridades colombianas que dijeron que encontraron su diario en 2007 y justificaba su supuesto malestar en la guerrilla.
Diario El Tiempo
La holandesa Tanja Neimeijer, guerrillera de las FARC, está "convencida" de que llegará a Bogotá "en primera línea de fuego" como "llegó Fidel Castro a La Habana" en 1959, cuando triunfó la revolución cubana.
Así lo reveló el periodista y escritor colombiano Jorge Enrique Botero en una entrevista con Efe con motivo de la presentación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá de "La vida no es fácil, papi", su último libro, que está dedicado a esta atípica rebelde.
La obra, que, en palabras del autor, es "un reportaje que combina la crónica con entrevista e investigación", recoge la vida de alias "Alexandra" como miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los rebeldes "están totalmente ideologizados" y se alimentan del convencimiento del triunfo, explicó Botero, posiblemente el periodista colombiano que mejor conoce por dentro a las FARC.
Tanja tiene "aquella percepción" y "sabe que hizo daño a su familia, pero argumenta que eso no es nada frente al daño que ha hecho el imperialismo", según el escritor.
El libro es, aseveró, "un gran relato de ella en el que se incluye la última entrevista con Mono Jojoy" (un líder de las FARC abatido este año), así como el viaje del autor a Holanda para llevar noticias a sus familiares.
Para llegar al punto final, el autor esperó casi una década, años en los que debió abandonar Colombia por temporadas, junto a su familia, por las amenazas.
Botero conoció a Tanja en septiembre de 2002 a través de Carlos Antonio Lozada, exjefe de la Red Urbana Antonio Nariño (RUAN), milicia de las FARC en Bogotá.
Recordó que encontró entonces a una muchacha "de rasgos que contrastaban con los demás guerrilleros, indígenas o mestizos", y cuando Lozada le dijo que era holandesa no le creyó.
Tanja había llegado a Colombia en 1998, con apenas 21 años de edad, estudiaba lenguas románicas en la Universidad de Groningen y en un periódico del claustro leyó un aviso en el que se solicitaba a una profesora en un colegio de la ciudad de Pereira.
"En ese colegio -según contó la holandesa a Botero- empieza a empaparse de la realidad colombiana" y se percata de que el país "estaba en guerra", lo que le generó una gran inquietud política.
Fue un profesor de aquel colegio el que "la llevó a Ciudad Bolívar (una deprimida zona del sureste de Bogotá) y al Centro Andino (lujoso centro comercial de la capital) para que viera los contrastes".
Tras un paso breve por su Holanda natal regresó a Colombia, donde se reencontró con aquel profesor, quien le preguntó: "porque volvió", a lo que Tanja le respondió: "porque sé que pasará algo y quiero estar acá".
Fue el inicio de una gran aventura que la llevó a formar parte hacia 2001 de la RUAN, "en ese momento la estructura guerrillera más temida de las FARC" en Bogotá, explicó el escritor.
La holandesa reveló a Botero cómo había hecho inteligencia, colocado explosivos y cobrado extorsiones.
El autor se encontró de nuevo con Tanja en junio de 2003, cuando elaboraba un reportaje sobre tres estadounidenses secuestrados por las FARC, y fue en ese momento cuando "aparece en escena" Victor Suárez Rojas, alias "Mono Jojoy", que era jefe militar de las FARC y murió en septiembre pasado en una operación militar.
Entonces Botero se percató de la cercanía de la holandesa con el círculo más cercano al gran jefe y fundador de las FARC, el ya fallecido "Tirofijo" o "Manuel Marulanda".
Botero perdió su rastro hasta 2007, cuando el Ejército encontró su diario en la selva, y en junio de 2010 recibió un mensaje de las FARC: "váyase por aquí, entre por ahí, pregunta por zutano", explicó Botero a Efe sobre las instrucciones que recibió de la guerrilla.
"Me metí en la Serranía de La Macarena y llegué a Jojoy. Eso fue como un mes antes del bombardeo" de la fortaleza del jefe rebelde, el 22 de septiembre de ese año.
Fue la última vez que Botero vio a Tanja Neimeijer.
El título del libro, "La vida no es fácil, papi", fue tomado de una frase de "Julián", novio de la holandesa y sobrino del "Mono Jojoy".
Botero, el único periodista que ha accedido con su cámara a los campamentos de secuestrados, ha escrito otros cuatro libros sobre esta guerrilla y sus líderes.
Así lo reveló el periodista y escritor colombiano Jorge Enrique Botero en una entrevista con Efe con motivo de la presentación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá de "La vida no es fácil, papi", su último libro, que está dedicado a esta atípica rebelde.
La obra, que, en palabras del autor, es "un reportaje que combina la crónica con entrevista e investigación", recoge la vida de alias "Alexandra" como miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los rebeldes "están totalmente ideologizados" y se alimentan del convencimiento del triunfo, explicó Botero, posiblemente el periodista colombiano que mejor conoce por dentro a las FARC.
Tanja tiene "aquella percepción" y "sabe que hizo daño a su familia, pero argumenta que eso no es nada frente al daño que ha hecho el imperialismo", según el escritor.
El libro es, aseveró, "un gran relato de ella en el que se incluye la última entrevista con Mono Jojoy" (un líder de las FARC abatido este año), así como el viaje del autor a Holanda para llevar noticias a sus familiares.
Para llegar al punto final, el autor esperó casi una década, años en los que debió abandonar Colombia por temporadas, junto a su familia, por las amenazas.
Botero conoció a Tanja en septiembre de 2002 a través de Carlos Antonio Lozada, exjefe de la Red Urbana Antonio Nariño (RUAN), milicia de las FARC en Bogotá.
Recordó que encontró entonces a una muchacha "de rasgos que contrastaban con los demás guerrilleros, indígenas o mestizos", y cuando Lozada le dijo que era holandesa no le creyó.
Tanja había llegado a Colombia en 1998, con apenas 21 años de edad, estudiaba lenguas románicas en la Universidad de Groningen y en un periódico del claustro leyó un aviso en el que se solicitaba a una profesora en un colegio de la ciudad de Pereira.
"En ese colegio -según contó la holandesa a Botero- empieza a empaparse de la realidad colombiana" y se percata de que el país "estaba en guerra", lo que le generó una gran inquietud política.
Fue un profesor de aquel colegio el que "la llevó a Ciudad Bolívar (una deprimida zona del sureste de Bogotá) y al Centro Andino (lujoso centro comercial de la capital) para que viera los contrastes".
Tras un paso breve por su Holanda natal regresó a Colombia, donde se reencontró con aquel profesor, quien le preguntó: "porque volvió", a lo que Tanja le respondió: "porque sé que pasará algo y quiero estar acá".
Fue el inicio de una gran aventura que la llevó a formar parte hacia 2001 de la RUAN, "en ese momento la estructura guerrillera más temida de las FARC" en Bogotá, explicó el escritor.
La holandesa reveló a Botero cómo había hecho inteligencia, colocado explosivos y cobrado extorsiones.
El autor se encontró de nuevo con Tanja en junio de 2003, cuando elaboraba un reportaje sobre tres estadounidenses secuestrados por las FARC, y fue en ese momento cuando "aparece en escena" Victor Suárez Rojas, alias "Mono Jojoy", que era jefe militar de las FARC y murió en septiembre pasado en una operación militar.
Entonces Botero se percató de la cercanía de la holandesa con el círculo más cercano al gran jefe y fundador de las FARC, el ya fallecido "Tirofijo" o "Manuel Marulanda".
Botero perdió su rastro hasta 2007, cuando el Ejército encontró su diario en la selva, y en junio de 2010 recibió un mensaje de las FARC: "váyase por aquí, entre por ahí, pregunta por zutano", explicó Botero a Efe sobre las instrucciones que recibió de la guerrilla.
"Me metí en la Serranía de La Macarena y llegué a Jojoy. Eso fue como un mes antes del bombardeo" de la fortaleza del jefe rebelde, el 22 de septiembre de ese año.
Fue la última vez que Botero vio a Tanja Neimeijer.
El título del libro, "La vida no es fácil, papi", fue tomado de una frase de "Julián", novio de la holandesa y sobrino del "Mono Jojoy".
Botero, el único periodista que ha accedido con su cámara a los campamentos de secuestrados, ha escrito otros cuatro libros sobre esta guerrilla y sus líderes.
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