domingo, 5 de junio de 2011

Grecia : manifestación monstruo contra la austeridad en Atenas

Son todos los griegos que ya no pueden más. De todas las edades. Las manos levantadas en un gesto típico del país. “Es la Moutza, dice Zoe. Aquí no hay nada más ofensivo”.
Fabien Perrier | l´Humanité 
Atenas, enviado especial. El domingo a las 17 horas, la plaza de la Constitución, en Atenas, parecía tranquila. Los indignados presentes se preparaban para la concentración. Una repetición de la que, hace justo una semana, agrupaba a decenas de miles de personas. A las 18 horas, por todas las avenidas, Stadiu, Panepistimiu, Amalias y también la muy comercial Ermiu, la gente está llegando.
Son todos los griegos que ya no pueden más. De todas las edades. Los silbatos, las bocinas resuenan. Las manos levantadas en un gesto típico del país  : extender los dedos y presentar la palma de la mano hacia alguien como para pararlo. “Es la Moutza, dice Zoe. Aquí no hay nada más ofensivo”. Y este gesto, lo dedican al Parlamento y al gobierno, a la troika. En resumen, a todos aquellos que les hacen tragarse los ajustes desde hace 18 meses, cuando ellos habían dicho “¡dinero, no hay  !”, a semejanza del Primer ministro, el socialdemócrata George Papandreu, durante la campaña electoral en 2009.
A las 20 horas, la plaza está llena, a reventar. La multitud, tranquila y pacífica, continúa coreando  : “largaos”, “estamos hartos del FMI”, “justicia, justicia, coged vuestro memorándum y marchaos”. La muchedumbre está compuesta por estudiantes, parados, jubilados, niños con sus padres. “Me pregunto si mañana tendré trabajo” explica Georgia, 40 años. Y prosigue  : “las medidas que el gobierno acaba de anunciar no nos gustan”. “Estamos hartos de estos corruptos” dice Stathis. Se manifiestan, muestran su rechazo. Y espero un cambio de gobierno, de política.
21 horas, la multitud continúa llegando. Las calles de los alrededores de la plaza están repletas también. Durante la semana, las fuerzas del orden estaban solas delante de la Vouli, el parlamento, para impedir el paso. Esta vez, han situado detrás una doble fila de barreras de seguridad. Delante del Hotel Gran Bretaña, los gritos “IMF go home” (FMI vete) retumban. “Allí duermen cuando vienen a darnos su ayuda”, nos asegura un joven, lleno de ironía. Y de esperanza de que “al final, esto cambie”.

Traducción de J.A.
http://www.humanite-en-espanol.com/

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