El efecto de los recortes está comenzando a ser sentido en Gran Bretaña, donde los jóvenes y las minorías son los más afectados, junto con los servicios para los ancianos, para las familias y muchos más.
Martin Ralph
Los Demócratas Liberales1 sintieron un dramático cambio en su situación con el resultado de las elecciones locales, realizadas el 5 de mayo, donde fueron castigados en las urnas con la pérdida del 11% de los votos. El castigo fue consecuencia de su ayuda al ataque a las matrículas escolares, a los empleos y a los servicios públicos, debido a su participación en el gobierno junto con los conservadores.
http://correointernacional.org/inicio/newspaises/inglaterra/2714-la-sit
El Partido Laborista fue el mayor beneficiado por este voto de protesta. Pero ese partido también está llevando a cabo el desmantelamiento de los servicios públicos en los Consejos Municipales que dirigen. Sus líderes están en consonancia con la reducción del déficit a través de recortes del presupuesto.
Pero, en Escocia, el Partido Laborista también fue castigado, en su peor resultado en 80 años, pues los electores volcaron sus votos al nacionalista SNP (Scotia National Party), contra los “Dem-Libs” y el Partido Conservador (también llamado “tory”, líder de la coalición gubernamental). El programa del SNP incluyó: ninguna mensualidad escolar, ningún cobro por remedios y tratamientos por el NHS (Servicio Nacional de Salud), asistencia social a los ancianos, merienda escolar gratuita para niños de 5 a 8 años, contra la privatización de los Correos y contra la construcción de submarinos nucleares en Escocia. Este programa está a la izquierda del Partido Laboral, pero no es realmente un programa anti-recortes.
El nuevo gobierno regional del SNP, de la misma forma que los consejos municipales laboristas, está comenzando a efectuar duros cortes en los servicios públicos y de los consejos municipales que dirige en Escocia, a partir del corte del Presupuesto aprobado en abril, con el apoyo de los laboristas. Es la vieja política de los tories, pro-negocios y financiado por grandes empresas, con una cara de “izquierda”.
En Gran Bretaña, todos los partidos socialistas y de izquierda recibieron votos de trabajadores que querían registrar su protesta contra el gobierno de coalición. Pero ellos votaron en partidos que también intentarán realizar recortes devastadores en los servicios locales y públicos.
Una gran bronca
Los resultados de las elecciones son un reflejo de la bronca contra los cortes que se ha visto en las manifestaciones estudiantiles, en las protestas continúas contra los recortes de los consejos municipales, en la creciente acción huelguista y en la reciente manifestación de 500.000, en Londres, organizada por el movimiento sindical.
Esta situación está creando la posibilidad de nuevas alianzas de izquierda, a medida que los trabajadores buscan la unidad contra estas medidas y son forzados a enfrentar al Partido Laborista en su lucha contra el gobierno.
En el periodo electoral, se registró una caída de los ingresos familiares por cuarto año consecutivo, la primera vez que ocurre desde 1870, que también siguió a una gran crisis económica. Aquello sucedió cuando Gran Bretaña era la potencia colonial mundial. Ahora, como sucede con otros países de Europa, está sufriendo su declinación y decadencia. La economía prácticamente no se recupera, con los sectores de construcción, manufactura y servicios estancados o en caída. El desempleo deberá crecer y adquirir un carácter permanente, sumado a una previsión de aumento de la inflación de más de 5%, este año.
Los efectos de los recortes
El efecto de los recortes está comenzando a ser sentida en Gran Bretaña, donde los jóvenes y las minorías son los más afectados, junto con los servicios para los ancianos, para las familias y muchos más. Algunos hospitales están muy cerca de ser entregados al sector privado, pues son incapaces de mantener los pagos a las PFI (las prestadoras de servicios), especialmente aquellos que fueron construidos por el sector privado y “alquilados” al sector público, por valores elevados, durante 25 o 30 años.
El fraude inventado por el gobierno laborista y continuado por el actual para colocar los servicios públicos, como los ferrocarriles, bajo el control privado con el aporte del dinero público, amenaza extenderse a todos los servicios públicos.
Por eso, ocurrirán enfrentamientos crecientes este año. El capitalismo está intentando sobrevivir revirtiendo la relación de fuerzas entre explotadores y explorados. Ellos vienen intentando eso, desde hace 60 años, y ahora se embarcan en una estrategia de alto riesgo para destruir las conquistas del periodo de la segunda posguerra.
La experiencia
La noción de un ataque histórico no ha sido perdida por trabajadores y estudiantes conscientes que comprenden que “ya pasamos por eso antes”. Las lecciones del periodo de la posguerra están penetrando en el movimiento de masas. Hay una movilización creciente contra los recortes en los servicios públicos, incluyendo las huelgas planeadas por los sindicatos de los profesores y de los trabajadores del servicio público, y otras acciones contra los recortes de salarios y jubilaciones y las pérdidas de empleos.
No existe una simple repetición del pasado, sino la culminación de 70 años de resistencia. Mientras muchos concuerdan que el capitalismo está intentando llevarnos de vuelta a los años 30, la situación de la clase trabajadora es más parecida a la de los años 20, cuando ocurrió la última huelga general en Inglaterra, en 1926, 3 años antes de la gran crisis, que fue derrotada.
Hoy, esos enfrentamientos profundos están comenzando tras una crisis mundial. El capitalismo no conseguirá estabilizarse porque la única salida para el capitalismo británico y europeo, en un mundo de turbulencia, con los problemas financieros y económicos de la Unión Europea y el ascenso de las revoluciones árabes, es un ataque sin precedentes al sector público, a los empleos y a los derechos sociales ganados en décadas de lucha.
En las discusiones con los trabajadores durante las elecciones, siempre se encontraba alguien en las familias, muchas veces varios, que ya habían sido directamente alcanzados por los cortes. Los más afectados son los inmigrantes, que intentan sobrevivir bajo un gobierno y una prensa que intentan transformarlos en chivos expiatorios y, así, desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis.
Riqueza en un polo, miseria en el otro
La situación se encuadra en el análisis hecho por Marx de los procesos fundamentales de polarización en la sociedad capitalista: inmensa acumulación de riqueza en el tope, miseria creciente en la base.
Curiosamente, algunas palabras desaparecieron del vocabulario burgués, como “globalización”, tan usada en la década de 19990 como un “embalaje” para el supuesto “ablandamiento” de las relaciones capitalistas y de explotación, mientras lo que realmente ocurría era la agudización de las contradicciones y la rápida aceleración del parasitismo y de la decadencia que caracterizó este ciclo capitalista.
La “globalización” también encubrió otra cosa que intentaba emerger: no el “fin del socialismo” o de “la historia”, sino el contexto internacional creciente de la lucha de clases. Cada lucha seria de los trabajadores (y de los estudiantes) encuentra paralelismos en todo el mundo. Este punto fundamental de la lucha de clases es ampliamente ignorado por los dirigentes sindicales británicos y por muchos otros.
A medida que los trabajadores pasan a comprender mejor su origen y su objetivo, esas conexiones serán hechas. Gran Bretaña tiene una de las mayores tradiciones obreras del mundo. Estamos en un periodo donde las ideas de Marx y Engels vivirá nuevamente en la conciencia de los trabajadores, en Gran Bretaña, incluyendo su lucha por el liderazgo y construcción de una Internacional, que reunió trabajadores con tradiciones tan diferentes en la Europa, en la lucha por el socialismo.
En la búsqueda de las tradiciones de nuestra clase, los trabajadores descubrirán que ellos fueron la principal fuerza en la conquista de los derechos a la salud, la educación y el empleo, y que nunca fue dado nada por la clase dominante británica que no haya sido arrancado por la fuerza. Fueron conquistas de la lucha revolucionaria en todo el mundo, en aquella época.
El problema de la dirección
Hube muchos motivos, en aquel momento, para que la lucha por derribar el capitalismo no tuviera continuidad, pero lo central fue el hecho de que no había una fuerte dirección de la Cuarta Internacional que pudiera unir el movimiento revolucionario con las luchas obreras en la Inglaterra. Hoy, la tarea de construcción de esta dirección está planteada de forma directa en Gran Bretaña, Irlanda, Grecia, Portugal y España, pero también en toda la Europa, con el desarrollo de conexiones profundas con la clase trabajadora y el movimiento de masas de la revolución árabe.
Las elecciones locales en Gran Bretaña reflejaron la ira de los trabajadores contra el gobierno, pero las cuestiones más profundas están sólo comenzando a surgir. Y surgirán cuando los frentes únicos de lucha se desarrollen entre los diversos sectores de trabajadores, sindicatos y comunidades, y éstos, por su parte, puedan constituir un frente único de todos los explotados, al mismo tiempo que sea construido un partido de la Liga Internacional de los Trabajadores capaz de dirigir los trabajadores rumbo a la toma del poder.
1 El Partido Demócrata-Liberal nació en 1988 de la fusión de la mayoría del Partido Liberal con el Partido Socialdemócrata (una ruptura del laborismo). Actualmente es el componente minoritario de la coalición de gobierno, junto con el Partido Conservador.
0 comentarios:
Publicar un comentario