Esta guerra no se está librando en campos abiertos con artillería y estrategias militares. Es una guerra de informaciones, manipulaciones y propaganda. La guerra por los dormidos.
Fernando Marcet Manrique
Cuando los principales partidos políticos son sectas herméticas con niveles de corrupción enormes. Cuando los principales sindicatos son inútiles. Cuando los jueces están politizados y el mismo aparato judicial es incapaz de afrontar las numerosas injusticias que acontecen cada día. Cuando las ONG`s son más gubernamentales que nunca. Cuando los bancos y opacas entidades financieras campan a sus anchas sin nadie encima de ellos que les supervise y controle. Cuando los grandes empresarios y las grandes corporaciones imponen su particular ley del más fuerte. Cuando los principales medios de comunicación dejan de ser el 4º poder para convertirse en un departamento adjunto a los tres primeros poderes. Cuando la distancia entre los que más tienen y los que menos no deja de crecer... Cuando todo esto sucede al mismo tiempo, de lo que hablamos no es de una crisis financiera, o de una crisis económica. Hablamos de una crisis en nuestro mismo modelo de convivencia. Una crisis sistémica. Justo la que estamos padeciendo ahora mismo.
Hasta aquí nos condujo el anterior modelo. Un modelo que muy pocos pusieron en entredicho durante las últimas décadas. El modelo capitalista será estudiado en el futuro como una aberración tan grande como lo fue el modelo comunista impuesto en algunas naciones. El modelo neo liberal basado en la competitividad y el individualismo desembocó en el único lugar posible: con grandes fortunas acaparando cada vez más riqueza y poder, hasta que nadie fue capaz de hacerles frente ni de imponerles restricción alguna.
Lo que tenemos hoy es producto de todo esto. Multinacionales que destruyen el planeta; Búsqueda homicida de un crecimiento imposible; Obsolescencia programada en la mayor parte de productos manufacturados, con el consiguiente desperdicio de recursos y la contaminación inherente; Dictadura de los mercados; Poderes financieros que barren para casa e imponen recortes en los derechos humanos; Poderes políticos subordinados a los poderes financieros; Individualismo crónico, negación de lo colectivo; Pérdida de libertades; Idiotización y ensimismamiento de la humanidad.
Desde luego, todavía no hemos tocado fondo. Las cosas pueden ponerse mucho peores. Y se pondrán, si no hacemos nada. La tendencia es la siguiente: Los salarios de la mayoría de la gente son cada vez más bajos, por lo que cada vez hay que trabajar más y cada vez pueden consumir menos. Al haber cada vez menos capacidad adquisitiva los comercios pequeños serán los primeros en desaparecer. Después de los comercios pequeños, se irán los comercios medianos, y al final solo quedarán las grandes corporaciones multinacionales. Si no modificamos el rumbo y seguimos la deriva propugnada por la clase política imperante, fiel portavoz de los grandes poderes económicos (léase pacto del Euro), el futuro que nos espera es el de trabajadores semiesclavos para grandes empresas que producirán en exclusiva las cosas que consumiremos. No habrá nada más.
Es en este contexto en el que aparecen los primeros conatos de rebelión. Muchos nos estamos dando cuenta de que el mundo es un lugar de mierda. Y que todavía va a serlo más. Nos hablan de deudas gigantescas y de crisis financiera. ¡Pero resulta que todo el planeta está en deuda! ¡El planeta entero en bancarrota! ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso debemos dinero a seres extraterrestres, para que todos estemos en deuda al mismo tiempo? Si cada vez producimos más, y cada vez somos más produciendo... ¿cómo es posible que parezca que cada vez tenemos menos? Es todo una absurda impostura. El dinero es deuda, y la deuda es inherente al dinero tal y como fue concebido en la era industrial. Y esa deuda impuesta y ficticia, está siendo utilizada para arrebatarnos libertades, para quitarnos todo lo público que tiene algún valor. Grecia, Portugal, España... nadie se va a librar. Hay un método, probablemente una agenda, y lo están aplicando.
Democracia Real Ya es la primera línea de resistencia aquí y ahora. No es la única, muchas organizaciones llevan años luchando contra los mismos enemigos. Pero es hora de que todos confluyamos en el frente de batalla, para oponernos juntos al enemigo común. Esta guerra no se está librando en campos abiertos con artillería y estrategias militares. Es una guerra de informaciones, manipulaciones y propaganda. La guerra por los dormidos.Ellos quieren que la gente siga dormida, consumiendo y dejándose llevar sin plantearse las cosas. Nosotros queremos despertar a todos los que nos sea posible. En cuanto a las armas empleadas, ellos tienen los medios main-stream, nosotros tenemos las redes sociales. Ellos tienen sus policías con porras y bolas de goma, nosotros tenemos la fuerza moral que nos da el permanecer juntos, sabiendo que nuestra causa es la correcta. Ellos tienen el fútbol y demás opios, nosotros tenemos la lucidez de los despiertos. Ellos tienen las banderas que nos dividen, nosotros tenemos la voluntad de trascenderlas. Ellos tienen sus hipotecas, contratos y demás cadenas que atenazan, nosotros tenemos la certeza de que sus papeles mojados solo son eso: papeles mojados.
Esto no ha hecho más que empezar.
0 comentarios:
Publicar un comentario