En las muestras de orina de diez niños procedentes de la ciudad japonesa de Fukushima se detectaron restos de sustancias radiactivas, según informaron hoy la asociación japonesa y la ONG francesa que realizaron los análisis...
En las muestras de orina de diez niños procedentes de la ciudad japonesa de Fukushima se detectaron restos de sustancias radiactivas, según informaron hoy la asociación japonesa y la ONG francesa que realizaron los análisis.
Según el presidente de la asociación de medicicón radiactiva Acro David Boilley, se realizaron revisiones a diez chicos y chicas y entre 6 y 16 años de la ciudad de Fukushima, cuya central atómica resultó gravemente dañada por el terremoto de principios de año.
Los análisis apuntan que existe una alta posibilidad de que los niños de la ciudad y sus inmediaciones pudieron estar expuestos a radiación interna, según informó Kyodo News.
Los niveles radiactivos más altos detectados fueron de 1,13 becquereles de cesio 134 en un litro de orina de una niña de 8 años, y de 1,30 becquereles de cesio 137 en la de un niño de 7 años.
Esos niveles no suponen un riesgo inmediato para la salud pero ambos isótopos tienen una vida media de 2 y 30 años, respectivamente, por lo que preocupa la contaminación que pueden suponer a largo plazo tanto para el medio ambiente como para los alimentos.
Entretanto, la empresa que gestiona la central de Fukushima, Tepco, comenzó hoy a transferir agua con bajos niveles de contaminación a un contenedor flotante con capacidad para almacenar hasta 10 000 toneladas de agua.
Según el presidente de la asociación de medicicón radiactiva Acro David Boilley, se realizaron revisiones a diez chicos y chicas y entre 6 y 16 años de la ciudad de Fukushima, cuya central atómica resultó gravemente dañada por el terremoto de principios de año.
Los análisis apuntan que existe una alta posibilidad de que los niños de la ciudad y sus inmediaciones pudieron estar expuestos a radiación interna, según informó Kyodo News.
Los niveles radiactivos más altos detectados fueron de 1,13 becquereles de cesio 134 en un litro de orina de una niña de 8 años, y de 1,30 becquereles de cesio 137 en la de un niño de 7 años.
Esos niveles no suponen un riesgo inmediato para la salud pero ambos isótopos tienen una vida media de 2 y 30 años, respectivamente, por lo que preocupa la contaminación que pueden suponer a largo plazo tanto para el medio ambiente como para los alimentos.
Entretanto, la empresa que gestiona la central de Fukushima, Tepco, comenzó hoy a transferir agua con bajos niveles de contaminación a un contenedor flotante con capacidad para almacenar hasta 10 000 toneladas de agua.
0 comentarios:
Publicar un comentario