Así lo refiere el periodista e historiador alemán Ingo Niebel, en su reciente trabajo periodístico: “Lecciones de la guerra de Libia para Venezuela, Cuba y el Alba”.
Situado en el contexto del país agredido, el también autor del libro: “Venezuela is not for sale” (Venezuela no está en venta), señala que a pesar de la confusa situación que se vive en Libia “ya se pueden sacar algunas conclusiones que deben ser analizadas a fondo porque pueden resultar ser vitales para la supervivencia de Venezuela, Cuba y el Alba”.
Expresa que en el caso de que se produzca una victoria militar sobre Gadaffi, “el imperialismo del norte: EEUU, Gran Bretaña, Francia y Alemania se podría sentir animado a exportar este modelo de “cambio de régimen” a otros países”.
“Esto -sostiene- afectaría en primer lugar a Siria, pero también a Argelia adonde los “rebeldes” libios están exportando material bélico a grupos “islamistas” (criaturas de la CIA y de los servicios franceses) para que se “rebelen” contra el gobierno argelino”.
Niebel apunta: ”Este modelo corresponde a la doctrina militar que defiende el nuevo director de la CIA, el general de Ejército David H. Petraeus: La guerra la hacen los correspondientes “nativos”, mientras que Washington se limita a prepararlos para tal operación y a lo mejor sólo interviene con su aviación y/o su armada, pero ya no con tropas terrestres, tal y como ocurrió en Irak y Afganistán”.
Según él, “desde la óptica del norte, la coyuntura política de Venezuela es similar a la de Libia: Hay un “dictador” gobernando sobre un sistema político más o menos monolítico. La “oposición” es débil, mal organizada y separada en varios grupos de intereses contradictorios. Le falta un “líder” y la aceptación de la mayoría social”.
“Por razones obvias, Washington no puede intervenir abiertamente, pero sí tiene que hacer algo si quiere reconquistar el terreno perdido desde 1999”, reflexiona.
Y agrega: “Hoy por hoy, la Casa Blanca y la CIA saben que para ello no pueden contar con la “oposición”. En todo caso la pueden utilizar para justificar determinada política contra la Venezuela bolivariana. En el principio le serviría para escenificar la protesta contra el Gobierno nacional provocando la inevitable “represión” del “movimiento democrático””.
Niebel destaca que, en un escenario como el descrito juega un papel muy importante un canal de televisión, haciendo lo que ha hecho el canal árabe Al Jazeera en Libia, “que no es otra cosa que desinformar y producir imágenes que la Otan necesita apara justificar su agresión”.
Los periodistas de Al Jazeera -indica- se han convertido en soldados de cámara y micrófonos al servicio de la Otan, desinformando y señalado lugares defendidos por tropas leales a Gadaffi, que luego serán destruidos por los aviones de la alianza agresora.
Con la sentencia: “Queda mucho por aprender de Libia, para proteger el Alba”, concluye Ingo Niebel su trabajo.
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