Pienso con dolor en el desvío, la mediatización, la mediocrización, el retroceso…seguido del impacto degradante de la contrarreforma neoliberal en la sociedad dominicana y en su sistema educativo.
Narciso Isa Conde
En estos días leí el discurso de asunción a la presidencia de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), de Camila Vallejos Dowling, joven de 21 años de edad, actualmente amenazada a muerte por la derecha chilena en el poder.
Camila ha estado en las primeras filas de la indignación de la juventud y del pueblo chileno frente a los resultados de casi cuatro décadas de modelo neoliberal. Al frente de sus expresiones de rebeldía cada vez más concientes y cada vez más organizadas
El llamado “Jaguar de América” está mostrando sus podridas entrañas, después que el bisturí del descontento acumulado desgarrara su recia y encallecida piel.
Me impactó sobremanera la sencilla profundidad de su pensamiento y he querido incluir en esta entrega una parte de sus expresiones; a plena conciencia de que lo que en Chile -después de largos años de oscuridad- se está tornando multitudinario, bien podría estarse gestando poco a poco en nuestra sociedad y en otras parecidas (ya comienzan a aparecer brotes juveniles con esa tónica antisistémica), lo que estamos en el deber de estimular y potenciar.
Palabras impactantes de Camila
Aquí las palabras impactantes y alentadoras de Camila, con su agudo cierre feminista:
La pelea será dura, pero está el futuro de la Universidad en juego y en esta batalla nosotros no bajaremos los brazos.”
Como mujer puedo ver y vivenciar en carne propia las actuales formas de opresión de la que somos víctimas en la actual configuración machista de la sociedad. En Chile nos decimos un país desarrollado y nos llenamos de orgullo por nuestro reciente ingreso a la OCDE, no obstante, detrás de la cortina del progreso económico y del optimismo del jaguar latinoamericano se esconde una historia de opresión y sexismo que aún perdura hasta nuestros días. Las mujeres seguimos sufriendo hoy día todo tipo de discriminaciones, a la hora de buscar trabajo, en los planes de cobertura para nuestra salud, en la escala de sueldos, incluso a la hora de participar en política.
Tan solo ayer leía unas ideas que quisiera poder trasladarles en este momento ya que me parecen esclarecedoras respecto de lo que les quiero decir, abro comillas "respecto de las mujeres, cuando buscan trabajo, además de calificación se le pide presencia y no basta con que sean amables y generosas, sino que deben además ser graciosas, simpáticas y coquetas, pero no mucho. Se les exige estar presentables y cuando juzgan que se ha pasado un milímetro, se les critica por presuntuosas. Se les elogia por ser madres y se les excluye por tener hijos.
De la mujer se sospecha cuando es joven porque desestabiliza a la manada y se le rechaza cuando los años pasan porque ha perdido competitividad. Es excomulgada por fea y también cuando es bella. En el primer caso se dice que es repulsiva, en el segundo provocadora. Cuando no es lo uno ni lo otro la tildan de mediocre", cierre de comillas.”
“Estas son las condiciones en las cuales las mujeres nos desarrollamos actualmente, estas son las condiciones que desde mi Presidencia también buscaré transformar.”
Una “siembra” que rebrota enriquecida
Estas palabras y el “colectivo político” que las inspiran (construido en Chile bajo la denominación “ESTUDIANTES DE IZQUIERDA” desde una “diversidad revolucionaria” con “participación y democracia”) deben escribirse en el espejo dominicano para valorar su contenido ejemplar y ponderar sus lecciones.
Estas son las cosas que indican que la “siembra” no ha podido ser aplastada y que, por el contrario, ha tenido capacidad de “germinar” en grande.
A mi memoria llega el entonces innovador pensamiento sobre universidad, educación, revolución y sociedad del joven Julio Antonio Mella (nieto de nuestro patricio) desplegado en el marco de la Cuba pre-revolucionaria y de la fundación de su primer partido comunista con fuerte impronta juvenil, cuyas ideas centrales sobre el tema preceden y nutren cuasi telepáticamente las de la Camila, sin reducirse al calco.
Llega igual el grito del Manifiesto de Córdoba: ¡reforma universitaria y revolución nacional! Y el recuerdo de Asdrúbal Domínguez haciendo constantes referencias a esa manera de pensar el movimiento estudiantil en el contexto de la naciente autonomía universitaria y de su inserción en la sociedad dominicana de entonces.
Recuerdo a Amín Abel abrazado a ese doble compromiso.
Recuerdo el movimiento renovador universitario de la post-guerra de abril y las ideas que lo inspiraron.
Pienso con dolor en el desvío, la mediatización, la mediocrización, el retroceso…seguido del impacto degradante de la contrarreforma neoliberal en la sociedad dominicana y en su sistema educativo.
Fenómeno no solo dominicano, si no continental, mundial, producto de las reveses cualitativos y cuantitativos sufridos por las izquierdas y las fuerzas transformadoras, de los desvíos y contaminaciones, y de la funesta entronización sin contrapartida –aunque con heroicas resistencias- de la era neoliberal del capitalismo.
Pienso ahora, con especial alegría, en el rebrote -junto al auge de las rebeldías- de la semilla sembrada, espléndidamente actualizada y enriquecida…
Pienso que las Camila de esa estirpe y los Camilo parecidos habrán de reproducirse allá, aquí y acullá… si nos proponemos que así sea.
Porque es una necesidad imperiosa. Y la necesidad es madre y padre de la posibilidad… siempre que sea alimentada, estimulada, irrigada…. siempre que ideas así la abonen; siempre que pensamiento y acción se fundan contra las injusticias.
Lo de Camila y del movimiento que representa, indica que ya esa manera de ser y proceder debidamente renovada, no es solo referencia histórica y pasado heroico y esplendoroso. Es presente y –más aun – podría ser futuro promisorio.
Por eso hay que insistir en lo de estudiar mucho más para luchar más y mejor. Diagnosticar desde la ciencia el fenómeno perverso en sus nuevas modalidades y efectos, y disponerse a arrancar de raíz sus causas. Protestar, luchar, combatir.., proponiendo soluciones sesudas, audaces y armoniosas respecto a los intereses colectivos.
Esa voz juvenil esperanzadora debería multiplicarse en nuestra América y en el mundo, lo que también vale como desafío para la juventud dominicana con vocación revolucionaria; a la que la experiencia histórica inclaudicable está en el deber de acompañar hasta la victoria, fundiendo capacidades y energías diversas. (11-09-2011)








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