Lukánikos, también conocido como "Canela, el anarquista", es un fijo en las manifestaciones de Grecia. No es un trabajador, no es estudiante y tampoco es un sindicalista. Es el perro de las protestas griegas, el protagonista desde 2008.
Con sus ladridos advierte a un cordón de policías para que se defiendan de las bombas de gasolina o con un estornudo se escabulle a través de los gases lacrimógenos. Y como era de esperar, en la últimos altercados que se han producido esta semana contra los recortes gubernamentales ha vuelto a aparecer incitando a la multitud.
Se le conoce como el perro anarquista o el perro de los disturbios y se ha convertido en una celebridad. Ha aparecido en casi todos los periódicos de Grecia pero también en todas las pantallas de televisión y sitios web.
Y es que Canela se cuela en todos los follones. Cada vez que hay una manifestación, ahí está, se ha ganado el primer plano por estar siempre en la línea de fuego, ladrando y gruñendo. Lo que está claro es que este perro callejero se ha ganado el cariño de los manifestantes y algunos ya lo consideran uno de los suyos.
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