Calvin Gibbs, acusado de asesinar a tres civiles afganos, desvela que amputó varios dedos de los fallecidos para guardarlos como "trofeos de guerra".
Kaos. Derechos humanos | Agencias
El soldado estadounidense Calvin Gibbs, acusado de asesinar a tres civiles afganos, ha reconocido que amputó varios dedos de los fallecidos para guardarlos como "trofeos de guerra", pero ha negado haber participado en las muertes, según han informado sus abogados.
Gibbs, de 26 años de edad y supuesto líder de un grupo de soldados conocidos como 'El Equipo de la Muerte', ha subrayado que no participó en los asesinatos y se ha declarado no culpable de los 16 cargos criminales que pesan contra él. Gibbs es uno de los cinco soldados acusados en este juicio.
En marzo de 2011, salieron a la luz varias fotografías en las que se podía ver a dichos soldados posando con los cadáveres de varios civiles afganos a los que habrían asesinado poco antes.
La investigación, que comenzó por el consumo de drogas en una división, apunta a que los militares tenían la costumbre de mutilar a sus víctimas para llevarse recuerdos de sus actos.
De hecho, uno de los soldados implicados, Jeremy Morlock, reconoció ese mismo mes que se habría llevado consigo un dedo de uno de los cadáveres.
Asimismo, Morlock agregó que Gibbs eligió a las tres víctimas al azar, después todos participaron en su ejecución y al finalizar lanzaron granadas contra un muro para poder presentar sus muertes como bajas en combate.
Uno de los abogados de Gibbs, Phil Stackhouse, recalcó que su defendido considera que los tres asesinatos fueron legítimos y que los otros cuatro acusados han conspirado contra él para acusarle de estos hechos, según ha informado la cadena británica BBC.
Sin embargo, el fiscal militar Dan Mazzone ha afirmado que Gibbs mató simplemente porque quería matar. En este sentido, ha añadido que el acusado lideró a un grupo de soldados que agredió y amenazó a un compañero que denunció el uso de drogas en la unidad.
"Este pelotón estaba fuera de control. Tenía líderes blandos, provocó una oportunidad; tenía soldados que estaban deseando cruzar la línea", ha apostillado. Tres de los miembros de este pelotón se han declarado culpables y han acordado testificar que fue Gibbs quien tuvo la idea de asesinar a los civiles y hacer pasar a los asesinados por combatientes.
Gibbs se enfrenta a la cadena perpetua en caso de ser declarado culpable. En marzo, Morlock, de 23 años de edad, fue condenado a 24 años de prisión.
En agosto, Adam Winfield, también de 23 años, fue condenado a tres años de cárcel, mientras que en septiembre, el tercero de los acusados, Andrew Holmes, de 21 años de edad, fue condenado a siete años de cárcel.
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