Según datos del Pentágono, citados por la agencia AFP, 171 hombres de 20 países permanecen encerrados en Guantánamo de acuerdo a cifras de mayo de 2011. Cerca de la mitad de ellos son yemeníes, con otros detenidos de Afganistán, Argelia y Arabia Saudita.
El campo de detención de Guantánamo, ubicado dentro de la base ilegal que Estados Unidos (EE.UU.) mantiene en la bahía homónima de Cuba, cumplirá una década este once de enero a pesar de la promesa de clausurar esta cárcel hecha por el presidente Barack Obama.
Cuatro meses después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que destruyeron el entorno del World Trade Center en Nueva York (este de EE.UU.), llegaron a esta prisión militar los primeros prisioneros capturados en Afganistán, por órdenes del entonces Jefe de Estado, George W. Bush.
Los prisioneros arribaron encadenados de pies y manos, enfundados en trajes enterizos de color naranja y con capuchas blancas sobre sus cabezas.
Organismos defensores de los derechos humanos y organizaciones internacionales acusan a Washington de sistemáticos abusos y torturas consumadas en Guantánamo, en nombre de la “guerra contra el terrorismo” lanzada por Bush.
La organización no gubernamental “Justice Campaign” denuncia a los militares norteamericanos por privación del sueño, aislamiento, ejecuciones simuladas, ahogamientos, agresiones acústicas, humillaciones sexuales, empleo de canes entrenados y diversos métodos abusivos empleados para debilitar las defensas psicológicas de los detenidos.
Durante uno de sus primeros actos oficiales después de asumir el gobierno, el 22 de enero de 2008, Obama firmó una orden ejecutiva que disponía la clausura del centro de detención “en el lapso de un año”. Allí manifestó que los EE.UU no tortura a prisioneros. Tras tres años de gobierno no se ha clausurado la prisión de Guantánamo.
Una semana después de firmar la orden ejecutiva, un juez militar rechazó aplicar la orden de suspensión de los juicios militares para los detenidos en Guantánamo.
Meses después, el Congreso aprobó una enmienda para bloquear los fondos necesarios para la transferencia de los detenidos hacia otros centros penitenciarios. En enero de 2011 Obama refrendó una ley que impedía la transferencia de los detenidos en suelo nacional o en otros países, renunciando a su derecho a veto.
Tampoco vetó en diciembre de 2011 una ley que incluye la autorización a militares para detener por tiempo indeterminado a presuntos terroristas extranjeros y prolonga la prohibición de usar fondos del Pentágono para construir estructuras carcelarias en suelo nacional destinadas a los detenidos de Guantánamo.
Cifras
Según datos del Pentágono, citados por la agencia AFP, 171 hombres de 20 países permanecen encerrados en Guantánamo de acuerdo a cifras de mayo de 2011. Cerca de la mitad de ellos son yemeníes, con otros detenidos de Afganistán, Argelia y Arabia Saudita.
Además, 89 detenidos están "aprobados para ser transferidos" pero siguen allí porque no se encuentra un destino, la mayoría son yemeníes. Cada uno de los detenidos le cuesta a los contribuyentes 800 mil dólares anuales, contra 25 mil dólares gastados por servicios similares en las cárceles federales.
Otros 48 detenidos no recibieron aprobación para ser transferidos, pero tampoco pueden ser enjuiciados por falta de evidencia. Estos son considerados muy peligrosos.
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