Combatientes leales al derrocado líder libio Muamar el Gadafi tomaron el lunes el control de la localidad de Beni Walid, ondeando sus banderas verdes en desafío al nuevo gobierno del país.
Testimonios de la ciudad de Beni Walid, situada a unos 200 kilómetros al sudeste de la capital, describieron un ataque de los gadafistas a los barracones de la milicia progubernamental de la localidad en el que les obligaron a retirarse.
"Controlan la ciudad ahora. Están recorriendo la ciudad", dijo a Reuters el testigo, combatiente de la milicia 28 de Mayo, leal al gobernante Consejo Nacional de Transición (CNT) y que luchó contra los gadafistas
El combatiente dijo a Reuters que los gadafistas estaban ondeando "nuevas banderas verdes" en el centro de la ciudad. Las banderas eran símbolos del régimen que Gadafi lideró durante 42 años.
Un vecino de la localidad dijo que cuatro personas habían muerto y 20 resultado heridas en los enfrentamientos, en los que según dijo ambas partes emplearon armamento pesado.
Beni Walid, hogar de la poderosa tribu de Warfala, fue una de las últimas ciudades libias en rendirse a la rebelión antigadafista del año pasado. Muchos de sus habitantes siguen oponiéndose al nuevo Gobierno.
Un oficial de la Fuerza Aérea dijo a Reuters que se estaban movilizando cazas para volar a Beni Walid. Pero no estaba inmediatamente claro qué podía hacer el Gobierno de Trípoli. El CNT aún no ha mostrado una fuerza efectiva de combate y Beni Walid, protegida por un escarpado valle, es difícil de atacar.
GOBIERNO EN PROBLEMAS
El alzamiento en Beni Walid no podría llegar en peor momento para el CNT.
En la última semana su líder ha visto su oficina invadida por manifestantes descontentos con el lento ritmo de las reformas, y su segundo cargo más alto ha dimitido, debido a lo que describió como una "atmósfera de odio".
Durante los nueve meses de guerra civil libia, los rebeldes antigadafistas intentaron tomar Beni Walid pero no lograron avanzar mucho más allá de las afueras. Más tarde se supo que Saif al Islam, uno de los hijos de Muamar el Gadafi capturados en el desierto del Sáhara en noviembre, había utilizado la ciudad como base.
Poco antes del final de conflicto, y cuando la derrota de Gadafi era inevitable, los ancianos tribales terminaron por acceder a que los combatientes del CTN entrasen en la localidad sin combatir.
Las relaciones han sido tirantes allí y ha habido brotes ocasionales de violencia.
Según el residente, que no quiso ser identificado, los sucesos del lunes comenzaron cuando miembros de la milicia 28 de Mayo arrestaron a algunos gadafistas. Eso provocó que otros partidarios del antiguo líder, que fue capturado y asesinado en octubre, atacaran un cuartel de la milicia en la ciudad.
"Masacraron hombres en las puertas del cuartel general de la milicia", dijo.
FRÁGIL ASIDERO DEL PODER
El CNT aún tiene el apoyo de las potencias de la OTAN, que con su presión diplomática y campaña de bombardeos ayudaron a derrocar a Gadafi e instalar al nuevo Gobierno.
Pero ahora se están planteando dudas en algunos gobiernos occidentales sobre la capacidad del CNT para gobernar Libia de forma efectiva y asegurar sus fronteras contra traficantes de armas de Al Qaeda y emigrantes ilegales que intentan llegar a Europa.
EL CNT se vio inmerso en su peor crisis desde el final de la guerra civil el pasado fin de semana, cuando una multitud de manifestantes en la ciudad oriental de Bengasi arrasó la sede local del consejo cuando su jefe, Mustafa Abdel Jalil, estaba en el interior.
Los manifestantes, que apoyaron la revuelta contra Gadafi, estaban molestos porque no se han hecho más progresos por restaurar servicios públicos básicos. También dijeron que muchos de los miembros del CNT están manchados por haber servido en la Administración de Gadafi.
Abdel Hafiz Ghoga, segundo al mando del CNT y objetivo de algunas de las protestas, presentó su dimisión. Abdel Jalil advirtió que las protestas podrían arrastrar al país a "un pozo sin fondo".
/Por Taha Zargoun/
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