Como se recogió en el informe de los 160 observadores (cuya presencia y trabajo exigió la Liga Árabe, condición aceptada por el gobierno de Siria), no se han demostrado los crímenes que la práctica totalidad de los medios de comunicación del mundo achacó al ejército y fuerzas de la policía de la nación árabe. [Ver informe:http://www.columbia.edu/~hauben/Report_of_Arab_League_Observer_Mission.pdf ]
LOS OBSERVADORES TENÍAN QUE MENTIR, PERO NO LO HICIERON
El resumen de esos intensos días de recorrido por el país, durante los que se realizaron cientos de entrevistas y diligencias de inspección ocular in situ, no podía ser más frustrante para quienes tramaron la estrategia “libia” para invadir Damasco, derrocar al gobierno de Bashar Al Assad, colocar un ejecutivo transitorio “made in USA y CE”, celebrar elecciones amañadas y continuar expoliando las riquezas sirias, con la entusiasta colaboración de las dictaduras de la región, fundamentalmente de Qatar y Arabia Saudita.
Todo lo afirmado en RTVE y sus hermanas (La Sexta, principalmente) acerca de las supuestas matanzas de civiles se vino abajo estrepitosamente; algo que ya habían demostrado algunos corresponsales como el periodista francés Thierry Meyssan.
Rodaron por el suelo las teorías de las rebeliones populares, magnificadas por las estrellas del pensamiento trotskista, con Santiago Alba a la cabeza, en una laboriosa construcción argumental a base de decorados de cartón piedra a lo Samuel Bronston, tal y como se hizo en varios estudios cinematográficos propiedad de la cadena Al Jazeera, a su vez juguete del emir de Qatar Al Thani, durante las masacres de la OTAN en Libia.
Rodaban escenas supuestamente realizadas en Trípoli o Benghazi, en las que cientos de extras encarnaban el papel de rebeldes, mientras miles de mercenarios financiados por Cameron, Sarkozy, Obama y agencias de seguridad privada, pertrechados con armas de última generación, masacraban a miles de ciudadanos, tras los bombardeos de la aviación “aliada” en territorio libio, hasta el execrable linchamiento del coronel Gaddafi.
Como bien señala Pepe Escobar ( http://www.lahaine.org/index.php?p=28248 ), ”El informe es categórico. No hubo represión letal y organizada por parte del gobierno sirio contra los manifestantes pacíficos. En su lugar, el informe señala a bandas sospechosas como responsables de las muertes de los civiles sirios y de alrededor de mil efectivos del ejército sirio mediante la utilización de tácticas letales tales como la colocación de bombas en autobuses civiles, en trenes que transportaban diésel, en autobuses de la policía y en puentes y canalizaciones.
Una vez más, la versión oficial de la OTAN/CCG sobre Siria es la de un levantamiento popular aplastado con balas y tanques. A diferencia de los miembros de los BRICS, Rusia y China, y amplias franjas del mundo en desarrollo, que consideran que el gobierno sirio está combatiendo a mercenarios extranjeros fuertemente armados. El informe confirma en gran medida estas sospechas.
El Consejo Nacional Sirio es esencialmente una organización de los Hermanos Musulmanes afiliada tanto a la Casa de Saud como a Qatar, con un intranquilo Israel apoyando calladamente en la sombra. La legitimidad no llega exactamente en una taza de té verde. En cuanto al Ejército Sirio Libre, tiene en él desertores del ejército y bienintencionados opositores al régimen de Asad, pero la mayor parte del mismo está infectado de mercenarios extranjeros armados por el CCG, especialmente de bandas salafíes”.
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