Como si Superman pudiera ver el futuro y se sintiera avergonzado de la cruzada de terrorismo "legítimo" que lleva a cabo Estados Unidos, el superhéroe decidió convertirse en un ciudadano del planeta días antes del asesinato político de bin Laden
Con lo que algunos llamarían intuición sincromística, Superman renunció la semana pasada a su nacionalidad estadounidense en la edición 900 de sus cómic publicado por la editorial DC. El superhéroe de acero tomó esta decisión después de intervenir en una marcha en Irán y ser recriminado por el gobierno de Estados Unidos a su regreso. “Pretendo hablar en Naciones Unidas mañana e informarles que renuncio a mi ciudadanía estadounidense. Estoy cansado de que mis acciones se interpreten como instrumentos de la política de EE.UU”, dijo Superman, quien creció en Kansas, la tierra del Mago de Oz, aunque en realidad nació en otro sistema solar, por lo cual su determinación es aún más lógica.
La decisión de Superman, una muestra de cordura y de conciencia cósmica, que no admite fronteras o reduccionismos, llega en un momento de coyuntura política en Estados Unidos, después de que Osama bin Laden fue supuestamente asesinado por el gobierno de Obama generando manifestaciones patrióticas en todo el país. ¿Acaso Superman con su preclaridad quiso desmarcarse de la farsa de la muerte de bin Laden y de la celebración irracional por la muerte de un hombre? ¿Acaso esta versión pop extraterrestre del superhombre nietzscheano hizo un examen de conciencia y encontró que su naturaleza es global y no puede ser escudo y promotor silencioso de la terrorífica guerra que escinde al orbe en nombre delamerican way of life?
El gesto generó la inconformidad de cientos de lectores de diarios conservadores, incluyendo los del sitio de Fox News, quienes vieron en este espisodio de DC Comics una muestra de antiamericanismo. Algunos incluso acusaron a los creadores de Superman de ser parte de la jihad, la guerra santa que, se dicen, libran los terroristas islámicos contra Estados Unidos.
Sin duda este caso tiene aristas surrealistas y sincromísticas. Pero es una señal de los tiempos en los que vivimos, entre polarizaciones, caricaturas que no se distinguen de la realidad, conspiraciones y una secreta y subyacente ascensión de la conciencia planetaria que tiene dispares manifestaciones, como es el caso de este superhombre.
0 comentarios:
Publicar un comentario