En horas de la tarde de este sábado Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), despidió a Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas de Chile (JJCC), a Camila Vallejo y a Luis Lobos, integrantes de su Ejecutivo, luego de intensas jornadas de visitas e intercambios, a propósito de las celebraciones por el aniversario 50 de la organización de vanguardia de la juventud cubana.
Visiblemente emocionados, los representantes de la JJCC agradecieron las muestras de afecto que recibieron de cubanos de todas las generaciones y las expresiones de solidaridad del estudiantado de la Isla con las luchas por reivindicaciones sociales que ellos desarrollan en su natal Chile.
Durante la mañana sostuvieron un intercambio con el Doctor Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana, y caminaron por el Centro Histórico de la capital, donde compartieron pasajes de la historia nacional y apreciaron las labores de restauración que allí se acometen.
Emotivo encuentro con Silvio Rodríguez
En una pequeña estancia, perteneciente a los estudios Ojalá, donde Silvio pone música a su poesía, Karol Cariola, Camila Vallejo y Luis Lobos, acompañados por Liudmila Álamo, pudieron cumplir este viernes el sueño de conocer al trovador cuya obra también ha inspirado sus luchas.
Silvio los recibió sin protocolos y les agradeció la visita. Sus primeras palabras fueron para recordar a Violeta Parra, chilena excepcional con quien compartió hermandad y canción. Fue una conversación cordial, distendida, humana, en la que Karol le habló de Chile, de la juventud que ellos representan, comprometida con un país y con un mundo mejor, y de la cercana celebración del centenario de la fundación del Partido Comunista de Chile, que por años dirigió Gladys Marín, con quien el trovador también tuvo una bellísima amistad.
Camila contó de su impresión de esta visita a Cuba, del encuentro con los jóvenes de diversos sectores y del modo en que la juventud está comprometida aquí con el presente y el futuro. También le habló de la experiencia de lucha junto al estudiantado de su país.
Silvio recordó su primer viaje a Chile en 1972, durante el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende, y luego otros viajes en los que cantó para los chilenos. Les preguntó sobre el país que querían construir y ellos le hablaron de conquistar la justicia para todos. Karol le dijo que llegó a la política también gracias a su música, como muchos jóvenes chilenos y latinoamericanos, y él entonces le regaló su libro Cancionero y el disco Segunda Cita.
Poco más de una hora después de haber llegado a los estudios Ojalá, Karol, Camila y Luis se despidieron de Silvio como los amigos viejos que se han conocido siempre, esos que saben que las causas y las ideas más nobles de los pueblos no se pueden matar, ‘ni con la distancia, ni con el vil soldado’.
(con información de Juventud Rebelde)
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