La determinación de las activistas les ha llevado a realizar una nueva protesta en la misma granja a pesar de enfrentarse a penas de cárcel por violar sus condiciones de libertad bajo fianza, que les prohibía acercarse a menos de 200 metros de la granja donde ya realizaron una protesta el año pasado
Cuatro activistas de la organización australiana de derechos animales, Animal Liberation Victoria, fueron acusadas de allanamiento ilegal en una granja de gallinas de la península de Mornington, al sureste de Melbourne, violando sus condiciones de libertad bajo fianza por irrumpir en la misma propiedad en una protesta que realizaron en mayo del año pasado, de nuevo, denunciando las terribles condiciones de las gallinas en esa instalación.
La policía recibió aviso a las 5:30 de la madrugada de ayer para ir a la granja avícola “Somerville Egg Farm en Moorooduc”. Las activistas de ALV se encadenaron desde las 4:30 a una escalera en el interior en uno de los extremos de una de las jaulas batería de estas instalaciones, donde son explotadas para producción de huevos hasta 20.000 gallinas.
Con esta acción las activistas denunciaron públicamente, a través de imágenes publicadas en tiempo real en su perfil de Facebook, las terribles condiciones de desnutrición, enfermedad y hacinamiento de las gallinas de la granja, tal y como muestran las imágenes.
La presidenta de ALV, Patty Mark, de 62 años, y otras tres activistas - Felicity Andersen, de 37 años, Lisa Manning y Jo Osborne, ambas de 40 años - que llevaban trajes aislantes y mascarillas durante la acción, fueron detenidas tras negarse a desencadenarse voluntariamente.
En declaración telefónica al periódico “The Age”, Patty Mark afirmó que las condiciones en la nave eran "lamentables". "Hay gallinas muertas en las jaulas y en el suelo. Todo el lugar está sucio y abarrotado con 15.000 a 20.000 gallinas, y muchas tienen graves pérdidas de plumas o están completamente sin plumaje", dijo Patty Mark.
Las cuatro mujeres deben presentarse en el Juzgado de Paz de Frankston el próximo 23 de abril, acusadas de negarse a salir de la explotación de Moorooduc el 4 de mayo del año pasado. Formaban parte de un grupo de 15 miembros de ALV que escalaron la pared de la nave y realizaron una protesta sobre la azotea durante 12 horas. La determinación de las activistas les ha llevado a realizar esta nueva protesta en la misma granja a pesar de enfrentarse a penas de cárcel por violar sus condiciones de libertad bajo fianza, que les prohibía acercarse a menos de 200 metros de la granja.
Por su parte, el propietario de la granja “Somerville”, Luigi Napolitano, negó las acusaciones de los activistas de trato cruel en su granja, declarando que las activistas habían alterado a las gallinas. "Nosotros seguimos la ley. Que se imaginen lo que está sucediendo y lo que está pasando en la granja son dos cosas diferentes. Tenemos un veterinario que viene aquí por lo menos una vez al mes para comprobar el estado de las gallinas. Nunca ha habido un problema aquí.", afirmó Luigi Napolitano.
0 comentarios:
Publicar un comentario