El hecho de vivir a más de 1.000 kilómetros del mar no ha amedrentado a Li Yuming para montar una fábrica de minisubmarinos. Tras perder su empleo en una empresa textil, el hombre decidió que su futuro estaba en las profundidades:
puede que sus sumergibles no sirvan para alcanzar la Fosa de las Marianas, pero sí para pescar a 30 metros de profundidad.
A razón de 200.000 yuan (unos 25.000 euros) Yuming ya ha conseguido vender un vehículo y tiene otros tres pedidos en producción… a pesar del azaroso destino de alguno de los prototipos, varios de los cuales naufragaron durante las pruebas de inmersión en los lagos locales.
La fábrica de minisubmarinos en Wuhan, la ciudad más populosa de China central, da empleo a diez personas. Yuming logró poner en marcha la fábrica gracias a una inversión de 3 millones de yuan (unos 350.000): “Me di cuenta de que lo único de que disponía al quedarme sin empleo eran mis conocimientos de mecánica”, cuenta en Micgadget.
Los mini-submarinos disponen de espacio para dos personas e incluyen todo lo necesario para tareas submarinas sencillas, incluyendo un depósito de emergencia de oxígeno, una videocámara y un sistema de amarre. Alcanza una velocidad de 20 km/h y tiene una autonomía máxima de 10 horas.
El primer cliente de la fábrica de submarinos es un pescador de pepinos acuáticos que asegura haber hecho una buena inversión: desde que tiene su submarino ha despedido a los buceadores profesionales que hacían el trabajo (que se dedicarán, suponemos, a fabricar drones), con el consiguiente ahorro.
Li Yuming y sus diez obreros construyen en estos momentos su segunda nave, que tendrá ventanillas resistentes a la presión y sólidas paredes de hierro. Aunque la construcción de submarinos “háztelo tu mismo” empezó como una diversión, el emprendedor chino dice haber encontrado un inesperado nicho de negocio entre los pescadores y servicios de recogida de basura.
micgadget
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