No duerme más de cuatro horas. ¿Cuál es el secreto? Las pequeñas siestas en el avión que lo traslada por todos los rincones de Bolivia. “Duermo un ratito y ya estoy despejado”. Es difícil aguantar el ritmo endiablado de Evo Morales Ayma, de 52 años, el primer presidente indígena del nuevo Estado plurinacional de Bolivia, que se ha propuesto transformar el país andino contra viento y marea. En un alto en el camino y después de varios cambios en la agenda, recibe a EL PAÍS en la ciudad de Cochabamba.
Pregunta. A los seis años de su llegada al Gobierno, ¿cuál es el mayor éxito y el mayor fracaso de su gestión como presidente?
Respuesta. El problema que más me ha dolido ha sido el violento enfrentamiento en Huanuni entre mineros cooperativistas y del Estado, en 2006, en el que hubo más de diez muertos y heridos. No era una lucha contra el Estado y el Gobierno, sino entre hermanos mineros enfrentados a dinamitazos. Ha habido tres temas en los que hemos tenido que revisar nuestros decretos. El primero, la liberación de precio de los combustibles.
P. El famoso gasolinazo.
R. No es gasolinazo, eso es lo que dice la derecha. No quiero pensar que usted… Es un decreto que viene de los gobiernos neoliberales. El asunto es, ¿cuánto pierde el Estado? Este año tendremos, por los menos, 800 millones de dólares de subvención al combustible. Y además, entre el 30% y el 40% se va de contrabando.
P. La construcción de una carretera a través del parque nacional Isiboro Securé, en la Amazonía, ha provocado una gran protesta de organizaciones indígenas y antiguos colaboradores suyos.
R. No es un proyecto nuevo. Yo creía estar cumpliendo un mandato para integrar y crear tres puertas de entrada y salida de la zona amazónica al altiplano y del altiplano a la zona amazónica: por Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Eso es integración. Pero un grupo de hermanos indígenas se ha juntado con la derecha para desencadenar una gran acción política de oposición al Gobierno, con el pretexto de defender el medio ambiente. Estoy convencido de que en la consulta que haremos la gente dirá hagan el camino.
P. Hay voces que dicen que hay razones ocultas detrás de este proyecto.
R. ¿Cuáles?
P. Intereses de los cocaleros para extender los cultivos de hoja de coca, intereses económicos de Brasil…
R. Pero si los cocaleros son los mayores interesados en evitar nuevos asentamientos. Hay un pequeño grupo que quisiera ampliar cultivos, pero la gran mayoría defiende el parque nacional Isiboro Securé. La acusación viene justamente del imperio, de satanizar al cocalero. La hoja de coca en su estado natural es un producto con muchas cualidades nutritivas y medicinales. El productor de coca no es narcotraficante, ni el consumidor de hoja de coca es narcodependiente. En cuanto a supuestos intereses brasileños, acabamos de expulsar a la empresa constructora OAS, porque no estaba cumpliendo las condiciones del contrato.
P. Informes de la ONU indican que hay miles de hectáreas de cultivo de hoja de coca que exceden la superficie autorizada para el consumo local y legal de esta planta. ¿Adónde va la coca excedentaria?
R. En el Trópico de Cochabamba hay conciencia de reducir los cultivos de hoja de coca, porque saben que una parte va a un problema ilegal, y por eso han tomado esa decisión voluntariamente, sin erradicación forzosa ni campesinos muertos. No hay libre cultivo de coca, pero tampoco puede haber coca cero. Hay una reducción permanente de cultivos de coca.
P. ¿Puede dar ejemplos?
R. En Los Yungas La Paz nunca había reducción de cultivos. Llegó nuestro Gobierno y el año pasado se redujeron más de 1.000 hectáreas en La Paz. Fue algo histórico e inédito. Pero, seamos serios. Mientras haya un mercado ilegal que va a la cocaína siempre habrá desvío de hoja de coca. El origen del narcotráfico es el mercado ilegal.
P. ¿Cómo se puede acabar el mercado ilegal?
R. Pregunte a los países capitalistas, a Estados Unidos. ¿Cuánto se ha reducido el mercado en Estados Unidos? No me mire a mí, dirija su mirada a Obama.
P. ¿Cómo están actualmente las relaciones de Bolivia con Estados Unidos?
R. Mal. Tampoco quisiera tener buenas relaciones. No nos interesa. Hemos empezado a liberarnos económicamente y, por lo tanto, no necesitamos a Estados Unidos. ¿Qué ha sido Bolivia durante tantos años que ha durado su alianza con Estados Unidos? Era el penúltimo país de América. En corto tiempo nos hemos levantado, hemos expulsado al embajador, hemos acabado con la base militar norteamericana, hemos expulsado a la DEA [agencia antidrogas de EEUU]. Cuando estamos sin Estados Unidos, estamos mejor.
P. ¿No ve posible una relación normal con EEUU?
R. Mmmm, sería deseable.
P. Bolivia vive un proceso de transformación profunda. ¿Cuál es la meta?
R. Igualdad, dignidad, comunidad. En 2006, encontré un Estado colonial mendigo. Los datos de los organismos internacionales demuestran que hemos bajado tremendamente la pobreza y la mortalidad materno-infantil. Económicamente no somos tan dependientes. Le doy tres datos: en 2006, las reservas internacionales eran de 1.700 millones de dólares, ahora estamos por encima de los 3.000 millones. Nuestra empresa más grande Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ingresó 300 millones de dólares en 2005; este año superará los 3.000 millones. La inversión pública era de 600 millones de dólares cuando llegué al Gobierno, ahora está estimada en más de 5.000 millones.
P. ¿Tiene previsto hacer nuevas nacionalizaciones después de la filial de Red Eléctrica Española, y hasta qué punto está garantizada la inversión extranjera en Bolivia?
R. Toda empresa que haya invertido en Bolivia y cumpla las condiciones pactadas será respetada. Pero hay empresas que no invierten, como la empresa eléctrica española, que apenas había invertido cinco millones de dólares. Nosotros, con nuestra gestión, ya estamos en los 300 millones. Tenemos excelentes relaciones con Repsol, es un buen socio y un prestador de servicios.
P. ¿Cómo ha mejorado la situación de los marginados de siempre?
R. El sector más marginado es el movimiento campesino indígena originario. Es la primera vez en la historia desde la fundación de Bolivia que el sector más abandonado en las zonas amazónicas tiene representación nacional y departamental en las Asambleas legislativas. En 10 años los gobiernos anteriores sólo habían entregado títulos de propiedad de 9 millones de hectáreas. Nosotros en seis años y medio hemos entregado títulos en 52 millones de hectáreas.
P. Pero aumentan los conflictos y crece el desencanto con su Gobierno, incluso en la ciudad de El Alto, uno de sus bastiones.
R. El 60% de viviendas con gas canalizado en toda Bolivia está en El Alto. ¿Qué Gobierno hizo eso? El Alto es complejo, es una ciudad que sigue creciendo. Siempre hay voces críticas. La derecha, la prensa, algunos grupúsculos. ¿Quiénes están desencantados? ¿La clase media? Me dicen que no es clase media, sino clase a medias. Y algunos profesionales que se preguntan cómo es posible que un indio sea presidente.
P. Algunos estrechos colaboradores suyos le critican hoy.
R. Son resentidos. Algunos hablan en la prensa contra mí, y luego me envían mensajes diciendo “presidente, yo quiero seguir aportando al proceso”.
P. En resumen, usted no admite que hay gente descontenta y que no es de derechas.
R. Mmmmm, hay los resentidos, te digo. Hay mucha ambición dentro de los movimientos sociales. Quieren más, sólo piensan en ellos y no en el pueblo.
P. ¿Cómo ve la Justicia en Bolivia?
R. No me hablen de Justicia, por favor, no me hablen.
P. Ha habido unas elecciones para los máximos órganos de Justicia que han sido muy cuestionadas, porque los votos nulos e inválidos superaron a los válidos. Esta votación irregular restó credibilidad a los resultados.
R. La derecha pidió a la gente que no fuera a votar. Y la verdad es que la derecha ha perjudicado a la clase media. Es la primera vez que abogadas de pollera, de poncho están en los más altos tribunales. Es un cambio profundo y total.
P. ¿Tiene Bolivia una Justicia imparcial?
R. No me meto en eso, no tuve nada que ver con esta elección. Le dije a mi grupo parlamentario que resolvieran el problema.
P. ¿No es cierto que su grupo parlamentario impidió que candidatos opositores al Gobierno pudieran presentarse?
R. Esto es discutible porque antes sólo podían presentarse quienes tenían carrera. ¿Qué es la meritocracia? Es un grupo de la clase dominante que manejaban la Justicia. Lo hemos eliminado. De eso sí nos pueden acusar, sí. Quiero creer en la Justicia, porque hasta hace poco no creía en ella.
P. La Policía es otra fuente de conflictos.
R. Ya hemos cambiado algo. Antes el comandante jefe de la Policía tenía que recibir el visto bueno de la Embajada de Estados Unidos. Eso ha terminado.
EL PAIS
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