por Raúl Bracho
Es vergonzosa la aparición del presidente francés en su desempeño, sirviendo como anfitrión de la nueva arremetida imperial contra Siria, nada menos debemos esperar de un lacayo servil como el narcotraficante Uribe en Venezuela.
No es solo la vergüenza, sino la rabia ante lo que hoy leía en las noticias, el libreto escrito y pagado a mercenarios en Siria hoy continúa con la decisión de los países de Europa, de la OTAN, que rompen los puentes al expulsar a los embajadores de Siria, para hacerla ver ante el mundo como culpable de una masacre que obvia y claramente es pagada y ejecutada por mercenarios, los mismos que contrató el pentágono para la destrucción genocida de Libia.
La maquinaria mediática se enciende luego de la intervención militar pagada a cobardes mercenarios y de la consecuente adhesión de los países de Europa serviles a la OTAN en su complicidad por dominar territorios. Ojalá y a tiempo se despierte la conciencia de la humanidad para impedir un nuevo genocidio, ya se encendió el motor genocida y arrancó el plan imperial para lanzar sus garras sangrientas sobre un nuevo pueblo. Ya la gran fábrica de mentiras trata de culpabilizar al gobierno sirio de la feroz masacre de inocentes, pero el mundo tiene que levantarse para desenmascarar la jugada imperial en sus juegos de guerra.
Nada menos podemos esperar entonces en Venezuela. Uribe, quien en su último mandato no cesó de intentar provocar un conflicto con Venezuela, seguramente estará en iguales condiciones para pagarle a sus mercenarios paramilitares y crear un escenario similar durante los próximos meses anteriores a las elecciones presidenciales. Es un escenario tentador para la oposición cataléptica y para un imperio desesperado ante la fuerza gigante de un pueblo soberbio y conciente como el nuestro.
Al igual que como ocurrió con Libia, la respuesta revolucionaria a nivel mundial no responde a tiempo ni con la fuerza debida, pareciera que somos víctimas fatales de esta maquinaria maléfica y que nuestros cuadros se dejan hipnotizar y engañar con la misma facilidad como fueron engañados y mediatizados cuando las garras imperiales comenzaron los bombardeos quirurgicos sobre Libia soberana. No podemos hacer el mismo papel con el ataque a Siria. Hay que decirlo una y mil veces: es un montaje infernal, el imperio asesino a quemarropa a más de cien seres humanos para cambiarlos por la gran escusa que les permita derrocar a Basher.
Similar ejecución `podrá suceder en Venezuela. Una oposición que se sabe derrotada contratará a los mercenarios de Uribe para crear una masacre cerca de la frontera con Colombia y bien despiertos debemos de estar para impedirlo.
¡Que se levanten tantas voces que hoy se callan!! ¡que defendamos al pueblo sirio y logremos impedir esta nueva tropelía imperial!!!
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