En medio de los festejos multitudinarios que afirmaban el absurdo monáquico, activistas antimonarquicos se manifestaron y denunciaron con gritos y pancartas. "Ciudadano, no súbdito"
No eran muchos, pero si los suficientes como para expresar a un porcentaje de la población que se opone a la existencia de la monarquía y reclama por una república.
Así daban la noticia las agencias internacionales:
Los antimonárquicos británicos trataron de hacer oír su voz este domingo en medio del canto de alabanzas por el Jubileo de Isabel II con una manifestación junto al Támesis mientras se celebraba la gran procesión fluvial.
Alrededor de medio millar de republicanos se congregaron en la orilla sur del río con pancartas en las que podía leerse "Ciudadano, no súbdito" o "Un voto, no un bote".
Pero incluso desgañitándose, poco podían decir en medio del concierto de campanas, música y gritos que saludaban a los barcos, sin contar con los espectadores más cercanos que les dedicaban el himno "God Save the Queen" ("Dios salve a la reina").
"Estamos aquí para defender la democracia", dijo por un megáfono Andrew Child, director del grupo Republic.
"Fuera la monarquía, viva la república", corearon los manifestantes, mientras repartían a los curiosos broches que decían "A la mierda el Jubileo".
"El gobierno debería ser de nosotros, por nosotros y para nosotros", dijo Mark Jones, de 54 años, empleado en una gasolinera del centro de Inglaterra.
Los monárquicos van claramente a contracorriente de la opinión dominante en el país desde la boda del príncipe Guillermo con catalina en abril de 2011.
Según un sondeo reciente, sólo el 13% de los británicos dice respaldar la república, frente a un 80% que apoya a una monarquía encabezada por una reina en la cima de su popularidad.
Para Anthony Russell, de 27 años, el hecho de que los británicos prefieran, según los sondeos, que la monarquía pase directamente de la reina a su nieto Guillermo confirma su opinión de que el jefe de Estado debe ser elegido.
"Si quieren elegir a su jefe de Estado, nosotros tenemos la solución", dijo.
Republic reprocha a la monarquía su carácter hereditario pero también su alto coste para el contribuyente.
Pero el mensaje republicano se perdió un poco el domingo en medio de las banderas y otros accesorios patrióticos que inundaron las calles en este día de celebración.
"Es una protesta, no una fiesta", declaró el presidente de Republic, Graham Smith, para quien se trata de "un problema serio".
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