(Hoy se cumple un mes del encierro)
A tres kilómetros de profundidad, en medio de una eterna oscuridad y con una humedad insoportable, la dignidad resiste orgullosa y animada sabedora de que sus compañeros no les olvidan y pelean afuera.
Este jueves se cumple un mes desde que estallara el conflicto minero en León cuando ocho hombres se encerraron en el pozo Santa Cruz, un mes más tarde quedan siete mineros
Los fracasos de las negociaciones están prologando el conflicto minero que en la provincia de León estalló el pasado 21 de mayo cuando ocho hombres al sonar la sirena del cambio de turno en lugar de regresar a sus casas decidieron iniciar un encierro en protestas a la agonía del sector si se perpetraba el recorte previsto por el Gobierno.
Una medida de protesta difícil de asumir y de afrontar a la que se opusieron familiares y compañeros ante la dureza y la huella que el encierro hace en la salud. Sin embargo, estos ocho valientes sintieron que era hora de luchar y pelear por ese carbón imposible de lavar de sus corazones.
Ocho hombres que encaraban la batalla más complicada de su vida rodeados de una eterna oscuridad y una insoportable humedad que hace mella en su salud. Condiciones adversas que impidieron a Eduardo continuar con su lucha en el interior de la mina aquejado de una fuerte bronquitis.
Una lucha que desde el fondo de la tierra no parece tener fin y que cada día, cada hora, cada minuto, rodeados por una eterna oscuridad se hace cuesta arriba, más ahora cuando se cumple el mes. 31 eternos días inmersos en una lucha que está haciendo mella en su estado físico y en su estado de ánimo. Resulta complicado volver a ver aquellas sonrisas de los primeros días después de tantos días de esfuerzo y sufrimiento que han caído en saco roto.
El único aliento los ánimos que les llegan desde el exterior donde sus familias y sus compañeros mantienen viva una lucha que ahora se encamina a Madrid. Mientras estos siete mineros lucharán contra el cansancio y el agotamiento físico para mantener viva desde el interior de la mina la lucha por la supervivencia del sector.
BRINDAMOS POR ELLOS, ÁNIMO. EL QUE RESISTE Y PELEA, GANA.
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