Un documento elaborado por el Departamento de Estado de EE.UU. sobre terrorismo internacional advierte sobre un eventual caso de “terrorismo doméstico” en el país, el cual se está realizando a pequeña escala con ataques con “dispositivos explosivos improvisados” y que están vinculados a grupos anarquistas.
El “Country Reports on Terrorism 2011” es el nombre del texto que en sus 273 páginas habla sobre los casos de terrorismo en todo el mundo, dedicándole tres de ellas a la situación en Chile.
De acuerdo al documento, el terrorismo doméstico es un fenómeno que está compuesto por “grupos anarquistas locales” que realizan ataques con bombas a pequeña escala, consistente en la colocación de “dispositivos explosivos improvisados”elaborados artesanalmente.
El informe explica que estas bombas están compuestas por pólvora puestas al interior de extintores y cuyos “objetivos más frecuentes” son los bancos.
Sin embargo, señala que estos dispositivos “al parecer no fueron construidos para asesinar o herir personas”, aunque advierte que “sí tienen el potencial para herir a transeúntes”.
En ese sentido, el documento cita lo ocurrido a Luciano Pitronello, quien resultó “severamente quemado y perdió sus manos cuando la bomba detonó prematuramente”. Otras explosiones que señala el documento se refieren a unas detonaciones previas a la visita del presidente Barack Obama a Chile, las que afectaron al memorial de Jaime Guzmán o al edificio central del Grupo Copesa.
Cabe señalar que el Departamento de Estado de EE.UU. hace años le declaró la guerra al terrorismo, luego de los ataques sufridos a las Torres Gemelas y el Pentágono.
El documento también precisa que el Gobierno chileno realiza “esfuerzos por contrarrestar” este problema, reconociendo que Carabineros y funcionarios estadounidenses han trabajado en conjunto.
En tanto, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en declaraciones a La Tercera sostiene que el informe estadounidense está en “concordancia” con la visión del Ejecutivo.
En ese aspecto, Hinzpeter afirmó que la existencia del problema siempre ha sido su “convicción”.
“La colocación de bombas existe, no es posible negar ese hecho y es una conducta que democracias desarrolladas y los organismos con mayor especialización en la materia califican como terrorista”, insistió.
VIA El Mostrador
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