«Emito una orden de toque de queda con efecto inmediato para el conjunto del personal militar estacionado en Japón, definitivamente o de manera temporal», declaró el jefe de las fuerzas armadas estadounidenses en Japón, general Sam Angelella.
Según AFP, dos soldados estadounidenses, de 23 años, fueron detenidos el martes por la presunta violación de una joven japonesa, a la que también habían herido en el cuello, y el incidente volvió a encender fuego en la población de la zona, harta de los desmanes de los uniformados de la Casa Blanca.
El primer ministro japonés Yoshihiko Noda y otros miembros del ejecutivo y del Gobierno provincial de Okinawa condenaron con dureza los hechos.
Es la primera vez que Estados Unidos ejecuta un toque de queda para sus tropas en suelo nipón, según explicaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón a la agencia Kyodo.
Unos 22.000 de los 47.000 soldados estadounidenses estacionados en Japón están desplegados en Okinawa, una pequeña isla del extremo sur del archipiélago, cuya población se queja regularmente de las molestias y de la inseguridad que provoca esta presencia militar masiva.
A comienzos de septiembre, decenas de miles de personas se manifestaron en Okinawa para oponerse al despliegue de 12 aviones militares estadounidenses de despegue vertical Osprey, después de varios accidentes de estos aparatos en otras partes del mundo.
JR
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