Miles de personas salieron a las calles de Gran Bretaña para protestar contra los recortes presupuestales del gobierno conservador de David Cameron.
En medio de silbidos, claxonazos, y pancartas de apoyo con leyendas como “no a los recortes” y “la austeridad no funciona”, miles de manifestantes marcharon este sábado por emblemáticas calles de Londres, en una muestra del descontento popular en contra de los recortes gubernamentales.
“No me gusta la política del gobierno, no creo que funcione y creo que las personas más vulnerables son las que lo padecen, esa es la razón por la que estoy aquí”, dijo una mujer en la marcha.
Los recortes previstos a los servicios y pagos que ayudan a los enfermos y discapacitados son “vergonzosos”, dijo. Las manifestaciones se extendieron a ciudades escocesas como Glasgow, y en Belfast, Irlanda del Norte, como parte de la protesta respaldada por los sindicatos, denominada Un futuro que funciona.
La protesta, organizada por sindicatos que representan a los trabajadores del sector público y otros, y que culminó en una manifestación masiva en Hyde Park, Londres, refleja una creciente ola de descontento en muchos por las medidas de austeridad propuestas por el gobierno de coalición.
Dirigiéndose a la multitud, el líder de la oposición, Ed Miliband, del Partido Laborista, criticó las políticas del gobierno por dejar injustamente caer el peso de la austeridad sobre los trabajadores ordinarios.
“Ninguna de estas personas piensa que Gran Bretaña les debe un trabajo, ninguna de estas personas pide las perlas de la virgen, solamente tiene una petición muy simple: quieren una Gran Bretaña que trabaje para ellos. Creen que funcionamos mejor como una sola nación”, dijo.
Sin embargo, Miliband fue abucheado cuando dijo que no podía prometer “tiempos fáciles” o descartar recortes a los servicios.
Si estuviera en el poder, el gobierno laborista también tendría que tomar medidas para equilibrar las cuentas, dijo, aunque insistió en que estarían dirigidas a los millonarios del país, con un aumento de impuestos, en lugar de quitarles el dinero a los miembros más pobres de la sociedad, que es de lo que acusa al gobierno.
Una pancarta que portaba uno de los manifestantes dejaba recaer la responsabilidad de los problemas que aquejan al país en los hombros del primer ministro, al proclamar “Cameron ha despedazado a Gran Bretaña”.
Al hablar a principios de este mes en la conferencia nacional de su Partido Conservador, David Cameron defendió el programa de austeridad del gobierno, cuando dijo que se debían tomar “decisiones dolorosas” para reducir el déficit.
Sin embargo, reconoció que el camino no fue fácil. “El daño fue peor de lo que pensábamos, y está tomando más tiempo de lo que esperábamos”, reconoció Cameron.
Pero Lee Billingham, de 42 años y trabajador del sector público, dijo que la vida se estaba volviendo muy dura para muchos, mientras los costos siguen aumentando.
“Creo que el déficit es una excusa para recortar nuestros salarios y recortar los servicios públicos”, dijo a CNN. “Mi paga ha estado congelada desde hace tres años y es muy difícil ganarse la vida”.
El Congreso de Sindicatos, una federación que incluye a la mayoría de los sindicatos británicos, dijo antes del evento esperaba que decenas de miles de miembros de los sindicatos salieran a las calles de Londres.
“La austeridad no ha funcionado: la economía no ha crecido en dos años, el desempleo general y el desempleo entre los jóvenes ha aumentado, los niveles de vida se han visto reducidos y la deuda no disminuye”, decía un comunicado en la página de internet del Congreso de Sindicatos.
“Necesitamos un enfoque alternativo, uno que ponga en su centro el trabajo decente y el crecimiento y se requiere de un enfoque a largo plazo para la reconstrucción de la economía británica después de la crisis”.
El Congreso de Sindicatos quiere que el gobierno de coalición, encabezado por el primer ministro, David Cameron, abandone su programa de recortes a los servicios públicos y las medidas de austeridad en favor de la inversión en infraestructura, nuevas industrias y formación.
Sin un enfoque en el crecimiento y la creación de empleos, el país enfrenta una “década perdida” de declive, advierte.
Los críticos del gobierno dicen que sus cortes están dirigidos contra las personas más vulnerables, entre ellos los enfermos y discapacitados, y lo acusan de ayudar a los ricos a expensas de las familias normales.
Sin embargo, el canciller George Osborne dijo el mes pasado que la economía estaba “sanando”, y que la estrategia del gobierno estaba entregando resultados “a pesar de fuertes vientos en contra”.
“Pero la magnitud del desafío es tan grande que no hay soluciones rápidas o caminos fáciles para la recuperación”, dijo a líderes empresariales en Escocia. “Las deudas acumuladas en nuestra economía durante la última década tomarán tiempo para sanar”.
Tanto Cameron como Osborne han señalado a la crisis de la eurozona como un factor en la actual situación económica, al decir que ésta ha ensombrecido la economía británica.
Gran Bretaña es una de entre varias naciones europeas, España e Italia entre ellas, que trabajan con una gran carga de deuda pública tras la crisis económica global.
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