El expresidente brasileño Luis Inázio Lula da Silva criticó hoy aquí las políticas de austeridad de los gobiernos europeos y llamó a realizar planes para rescatar a las personas, en lugar de a los bancos.
En un discurso pronunciado ante el congreso del sindicato alemán del metal, el IG Metall, el exmandatario profundizó en las causas de la crisis de la deuda y las fórmulas para enfrentarla, entre ellas el fomento del crecimiento y el empleo.
Llamó a otorgar un mayor plazo para que España y Grecia consoliden sus cuentas públicas, pues los fuertes recortes que esas naciones están implementando favorecen la recesión.
De acuerdo con Lula, el ajuste acelerado que la Comisión Europea exige a Atenas y Madrid conduce también a la aparición de más problemas, los cuales están poniendo en peligro conquistas ya alcanzadas a nivel social y laboral.
La salida de la crisis pasa por mantener el empleo y estimular el crecimiento, y no con ajustes que castigan a los empleados, manifestó ante 400 delegados de la IG Metall.
Al respecto, señaló que no se han implementado las decisiones sobre la promoción del empleo y el desarrollo económico acordadas en las reuniones de Londres y Seúl del G-20, grupo al que pertenece Brasil. El expresidente pidió a la clase política europea que pierda el miedo a ejercer el poder democrático y escuche a la gente, para de ese modo preocuparse más por los ciudadanos que por las instituciones financieras con problemas.
En su intervención también se refirió a la era de paz y progreso que está viviendo América Latina, al compararla con la situación de Europa, que atraviesa una etapa nerviosa y aprensiva, fundamentalmente para la juventud.
Al abordar el caso particular de Brasil, se mostró optimista con que la principal economía latinoamericana pueda llegar a ser la quinta más potente a nivel mundial, y remarcó que eso solo es importante si sirve para mejorar la vida del pueblo.
Luego de su intervención Lula acudió a un debate organizado por la fundación Friedrich-Ebert, próxima al Partido Socialdemócrata Alemán, y se reunió con dos de sus líderes, el candidato a la cancillería para 2013, Peer Steinbruck, y el jefe del grupo parlamentario, Franz-Walter Steinmeier.
Su agenda en Europa comprende además un viaje a Francia para participar en un seminario sobre asuntos económicos y sociales, y a España, donde recibirá el Premio Internacional Cataluña que le fue concedido en marzo por su trabajo a favor de la reducción de la pobreza y las desigualdades sociales.
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