HUFFINGTON POST – Jorge Rafael Videla, el exdictador argentino, que falleció el pasado viernes a los 87 años, murió a consecuencia de múltiples fracturas y por una hemorragia interna provocadas por una caída que sufrió el domingo pasado mientras se bañaba, según los resultados preliminares de la autopsia, recogida por el diario La Nación.
El cuerpo sin vida de Videla fue hallado en el inodoro de su celda, durante un recuento de rutina en el penal de Marcos Paz, según un informe médico penitenciario recogido por el diario Crónica.
Según pudo saber La Nación, los familiares de Videla, uno de los responsables y máximo símbolo de la última dictadura militar, se presentarán en la morgue para retirar el cuerpo en las próximas horas y prevén enterrarlo en el cementerio de Mercedes entre este lunes y mañana.
PRUEBAS EN EL CASO DEL PLAN CÓNDOR
El fiscal que investiga el Plan Cóndor, Pablo Ouviña, ha anunciado su intención de utilizar las declaraciones a la prensa del recientemente fallecido exdictador argentino -procesado y condenado por crímenes contra la humanidad- en las que éste admitió el asesinato y desaparición de miles de personas, según ha informado La Nación.
En una de las declaraciones ofrecidas a la prensa en los últimos meses por Videla, y que serán llevadas a la Justicia como material probatorio de crímenes contra la Humanidad, el exdictador llegó a reconocer que “se asesinó a 7.000 u 8.000 personas para evitar protestas dentro y fuera del país”.
Aunque es obvio que Videla ya no podrá ser acusado, recuerda el rotativo, sus declaraciones a la prensa podrían servir de pruebas contra otros imputados, según señaló Ouviña, quien investiga la operación criminal orquestada por las dictaduras de América latina en la década de los años setenta para asesinar y hacer desaparecer opositores políticos.
“Lo que se ha muerto con Videla es un poquito de esperanza. Por todas las cosas que no dijo y que pudo haber dicho. Mi esperanza era que en algún momento lo hiciese”, ha indicado el fiscal en declaraciones a Radio América. Según Ouviña, la principal dificultad para el acceso a información fundamental en la causa es el “pacto de silencio” que existe entre los involucrados “desde el momento mismo en que se inició la represión”.
“SECRETOS A LA TUMBA”
Del mismo modo se pronunció ayer sábado León Arslanian, quien integró el tribunal que enjuició a la Junta Militar en 1985. “Se llevó a la tumba secretos sobre cada una de las operaciones y el destino de las personas desaparecidas”, declaró el exministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Videla cumplía en el penal federal de Marcos Paz la condena que se le había impuesto en 1985 en el llamado ‘Juicio a las Juntas’. En diciembre de 2010, el Tribunal Oral Federal número uno de Córdoba lo condenó a prisión perpetua por el fusilamiento de 31 presos políticos detenidos en la Unidad Penitenciaria número uno.
En julio de 2012, el Tribunal Oral Federal número seis lo condenó por idear y ejecutar un plan sistemático y generalizado para robar y ocultar bebes nacidos en cautiverio durante la última dictadura militar. Este tribunal le dictó una pena a 50 años de prisión y unificó las sentencias anteriores en una pena única de reclusión perpetua.
Se murió cagando, porque se pasó toda la vida cagando gente
ResponderEliminarJajajajajajajajajajajajaja
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