La prensa de Siria informó que unos 700 ciudadanos de Europa combaten en esta nación árabe como mercenarios, afiliados a los grupos opositores que buscan el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad.
Los reportes se basan en declaraciones del ministro del Interior de Alemania, Hans Peter Friedrich, quien reveló la cifra la víspera durante una conferencia de prensa en su país.
Resaltan los medios la advertencia de Friedrich a las autoridades de la Unión Europea (UE) sobre la necesidad de establecer leyes para evitar que dichos efectivos puedan retornar a sus respectivos países al menos en los próximos dos años.
Tal propuesta será presentada el mes próximo durante una cumbre de alto nivel de la UE, añadió.
Precisa la agencia de noticias SANA que este es el primer reconocimiento de los servicios de inteligencia de uno de los gobiernos occidentales sobre la presencia de terroristas en esta nación levantina.
Funcionarios en Berlín aseguran que buscan a 40 personas que salieron a mediados del año pasado de Alemania con pasaportes de ese país hacia Siria, para unirse a los grupos islamistas que abogan por imponer un Califato regido por la sharia (ley islámica), señaló.
De igual forma, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, reiteró ayer el rechazo de su país a enviar armas a la llamada insurgencia siria, al advertir que se carece de garantías para que el material bélico no caiga en manos de terroristas.
Los gobiernos del Reino Unido y Francia han mostrado abiertas intenciones de armar a los irregulares con el objetivo de impulsar lo que denominan un cambio de régimen en Damasco.
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