viernes, 31 de mayo de 2013

Henrique Capriles Radonski, provocador golpista y agente del imperio


capriles
LAURA BÉCQUER PASEIRO – Luego de fracasar en su intento de provocar el caos interno en Venezuela, el derrotado candidato derechista Henrique Capriles Radonski se ha enfilado hacia la arena internacional. Con una estrategia bien elaborada y asesorada, emprendió una campaña para deslegitimar desde los Estados Unidos, allende sus fronteras, al gobierno legítimo, fruto de las pasadas elecciones.
Su método es sencillo. Desestabilizar a las instituciones y desacreditar a los principales líderes del proceso bolivariano, en especial al presidente Nicolás Maduro, detrás de lo cual están seguramente personeros como Otto Reich y Roger Noriega.
Su nada inocente visita a Bogotá ha formado una tormenta que amenaza con afectar el buen clima de las relaciones entre Colombia y Venezuela, dos naciones con lazos históricos, económicos y sociales.
Capriles inició su gira para, según él, denunciar la “fraudulenta” voluntad popular expresada en las urnas el 14 de abril. El derechista fue más allá y advirtió que todavía restan varios encuentros con otros gobiernos latinoamericanos. “Colombia no será la primera ni la última parada de estas visitas”, dijo.
Hizo las maletas dejando a un lado las acusaciones en su contra por desgobernar el estado Miranda. La propia presidenta del Consejo Legislativo de ese estado venezolano, Aurora Morales, afirmó este jueves que la desatención de sus responsabilidades como gobernador coloca a Capriles “al margen de la Constitución” y recordó que la instancia legislativa que ella encabeza presentó hace semanas un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia para aclarar la situación.
El “tour” del líder golpista apunta también a afectar las conversaciones de paz que mantienen en La Habana el gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, en las que Venezuela participa como acompañante. De esa manera le hace el juego a la ultraderecha paramilitar que lo ha apoyado antes y que está dispuesta a hacer cualquier cosa por evitar que se termine el conflicto colombiano, el cual han convertido en un negocio.
Como parte de la estrategia, la gran prensa utiliza esas distracciones para ocultar otras noticias. Poco ha dicho de la visita de tres ministros del Gobierno bolivariano a Bogotá para fomentar los nexos económicos. Mucho menos de la reciente colaboración colombo-venezolana en la lucha contra las drogas, que permitió la extradición de tres reconocidos narcotraficantes.
A Capriles y sus aliados les importan poco los métodos y mucho menos, las consecuencias.

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