La reina Isabel II del Reino Unido ratificó este miércoles su apoyo a la posición colonialista del Gobierno de David Cameron sobre los territorios de ultramar declarados “no autónomos por las Naciones Unidas (ONU), específicamente Gibraltar y Malvinas, dejando de lado cualquier iniciativa diplomática o diálogo que pueda conllevar a una solución política de los conflictos que Gran Bretaña tiene con España y Argentina.
La Monarca británica, de 87 años de edad, pronunció su acostumbrado discurso anual ante la Cámara de los Lores del Parlamento, en el que afirmó que protegerá el derecho de autodeterminación de los habitantes de las islas Malvinas y de Gibraltar, territorios de ultramar cuya soberanía es reivindicada por Argentina y España, respectivamente.
“Mi Gobierno garantizará la seguridad, la buena gobernanza y desarrollo de los territorios de ultramar, incluido la protección del derecho de los habitantes de las Malvinas y de los gibraltareños a determinar sus futuros políticos”, declaró la monarca.
En su discurso, Isabel II hizo referencia al referendo celebrado el pasado mes de marzo en las Malvinas, para defender la posibilidad de realizar otra consulta de este tipo, pero en Gibraltar.
La prensa internacional sostiene que sus declaraciones sorprendieron a muchos, por ser la primera vez en diez años que el conflicto entre Argentina y el Reino Unido, por la soberanía de las Malvinas, traspasa las declaraciones políticas y alcanza el ámbito de la monarquía.
El referendo en Malvinas arrojó como resultado que casi el 100 por ciento de la población votó a favor de seguir bajo soberanía británica. Sin embargo, Buenos Aires no reconoció la consulta, argumentando que la Isla fue colonizada desde hace años y por ello sigue reclamando, por vías diplomáticas, la soberanía del archipiélago.
La agencia Russia Today (RT) citó declaraciones del presidente del Instituto de Estudios Estratégicos sobre Malvinas, Francisco Pestaña, quien explicó que “este mensaje de la Corona es una ratificación de la posición del Gobierno británico de negarse al diálogo político sobre el tema”.
“El hecho de que haya hablado esta vez la Monarquía y no, digamos, la dirigencia política, implica una clara determinación de que la cuestión Malvinas es un interés estratégico de la Mancomunidad de Naciones, y no solamente del Reino Unido de Gran Bretaña”, detalló.
El analista recordó que la Reina representa a un conjunto de países que forman parte de una especie de alianza de 16 Estados: Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Barbados, Bahamas, Granada, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Belice, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves.
En marzo pasado, el canciller argentino, Héctor Timerman, se reunió con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para solicitar oficialmente su intervención en la cuestión Malvinas ante Reino Unido. EN esa ocasión, Timerman recordó que “el reclamo de soberanía sobre las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur son una causa latinoamericana”.
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