sábado, 15 de junio de 2013

Derrota de Occidente y sus bandas terrorista en Siria es inminente

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DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Muchos lo pensaban, pero solo algunos pocos lo creían – el “Eje de la Guerra” encabezado por EE.UU y secundados por sus aliados europeos y árabes, están a punto de ver como su “ejercito libre” de mercenarios y desclasados es aplastado por el Ejercito y el pueblo sirio.
Claro que definir o aventurar el tiempo exacto de su culminación es muy difícil, pero no hay dudas de que las acciones combativas han entrado en su fase final, con la derrota de la cruzada organizada por EE.UU y sus acólitos en la nación medioriental.
Los indicios son evidentes y los analizaremos uno a uno.
Primero que todo es necesario destacar que cuando EE.UU hecha mano a las “conversaciones” con Rusia y China es porque sabe que no ganará y solo le quedan dos opciones, convencer mediante subterfugios, engaños y tergiversaciones, a sus socios de que es necesario su apoyo o salir por la puerta trasera y culpar a cualquiera de sus lacayos de la derrota.
Recordemos que a veces esto ha dado resultado. En Yugoslavia los norteamericanos jugaron la carta rusa y convencieron a los dirigentes de este país de que emplearan su influencia sobre los dirigentes serbios para que estos aceptasen la invasión a Kosovo. Ahora conocemos que los bombardeos y ataques contra Serbia, solo dañaron objetivos civiles, el Ejercito Serbio no fue prácticamente afectado y estaba en condiciones de responder ante una agresión terrestre. Por otra parte la OTAN estaba en crisis con sus pertrechos en bombas y misiles que deberían agotarse en cuestión de días.
En Libia por ejemplo, convencieron a sus “socios” de que la resolución anti Libia no implicaba la intervención en el país y después de aprobada la tergiversaron y convirtieron la campaña en un baño de sangre.
Este proceder intentaran repetirlo ahora en las publicitadas conversaciones sobre Siria próximas a desarrollarse con la participación de algunas potencias, el Gobierno Sirio y la manipulada oposición.
Por cierto otro de los indicios de que están en franca retirada es el hecho de que por primera vez – a pesar de los esfuerzos del Gobierno Sirio por discutir las diferencias y las gestiones de varios enviados especiales y cualquier cantidad de delegaciones y personeros tratando de persuadirlos de que negocien en paz – la “insurgencia” esta dispuesta a sentarse en la mesa de “negociaciones”, ya que siempre se había negado rotundamente a conversar, asumiendo una posición, evidentemente inducida por EE.UU, de prepotencia y fuerza, pidiendo solo la claudicación del Gobierno y sus simpatizantes.
Hay otras señales que evidencian la derrota occidental y es el involucramiento de Israel de forma directa en las acciones combativas. Para nadie es un secreto que Israel no tiene moral ninguna para sermonear y mucho menos castigar a nadie por sus actos. Su involucramiento es perjudicial a la causa occidental, porque nadie puede sustentar, ni los aliados de EE.UU, el apoyo a Israel.
La participación israelí es un acto desesperado que solo busca un pretexto para internacionalizar el conflicto y justificar una participación directa de EE.UU para “defender” la integridad de su aliado.
Por otro lado ya occidente no puede ocultar los avances del Ejercito Sirio en las acciones combativas que se desarrollan fundamentalmente en las zonas donde los rebeldes se habían hecho mas fuertes, aunque en ningún momento, a pesar de la evidente parcialidad de los medios occidentales por mostrarlos vencedores en cualquier acción que pareciere importante, pudieran de verdad tener el control total de las zonas tomadas.
En la actualidad la ofensiva sobre Al Quasyr, bastion importante de los rebeldes por encontrarse muy cerca de Homs y tener un abastecimiento y apoyo casi constante desde territorio libanes, ha quebrado primero, las líneas de suministros a Homs y sus alrededores y por otro a dejado cercados a gran parte de las fuerzas con que contaban para sus acciones en la dirección principal Homs y Alepo mas al norte.
En la actualidad el 75 por ciento de Al Quasyr y su área de campo, están liberadas y el grupo que resiste en una parte de la ciudad de Al Quasyr, esta diezmado y acorralado, por lo que será muy difícil que puedan sostenerse mucho.
Es cierto que no pensamos que occidente y sus aliados “tiren la toalla” sin hacer un último esfuerzo por quebrar al Gobierno y Fuerzas Armadas sirias, pero todos los indicios apuntan a que solo una intervención directa podría complicar aun mas la situación, por lo que ya no seria un enfrentamiento entre “sirios”, sino una agresión flagrante.
Para ello EE.UU como cabeza evidente de esta conspiración anti Siria pone en ejecución el Plan B, consistente en lograr los mismos objetivos por otras vías.
Para ello aceptaron la realización de la reunión Ginebra II, donde pretenden imponer sus reglas mediante la presión diplomática con la ayuda de Rusia y China, dos actores que solo son tenidos en cuenta cuando se trata de convencer a alguien de que deje de resistir.
Hasta lo que se sabe ahora EE.UU ya presentó su pliego de “demandas” que como es lógico incluye la salida de Al Assad del Gobierno y elecciones “libres” al estilo norteamericano donde tienen posibilidades solo los que tienen dinero.
Hay un aspecto muy importante en esta historia y es que al no poder forzar por la vía militar el “cambio” de régimen, occidente exige para dar su beneplácito que se hagan tal cantidad de concesiones que prácticamente equivale a una derrota.
La desesperación occidental por no negociar en desventaja es tal, que han decidido en medio del plan B aumentar la presión a ver si logran una posición mas ventajosa y para ello torcieron los brazos de algunos países europeos e impusieron la visión anglo-francesa de querer la paz, pero fomentando la guerra.
La decisión de la UE de liberar a partir de agosto la entrega de armas a los “insurgentes” demuestra el estado de desesperación en que se encuentran y la necesidad a toda costa de aumentar el caudal de acciones que pongan en crisis al Gobierno. Todo esto a pesar de que la mayoría de los países de la unión se habían expresado contrarios a esta medida. Las medidas contra el Gobierno sirio siguen en pie.
En estos días el Presidente de EE.UU Barack Obama ha declarado que entregara armas y medios a la oposición, cosa que se estaba haciendo de forma encubierta. Esta declaración se enmarca en la estrategia de la doble moral y solo pretende presionar para lograr sus objetivos en las conversaciones de Ginebra.
El pretexto de la supuesta utilización de armas químicas por parte del Ejercito Sirio contra la población es tan burdo como mentiroso y solo nos recuerdan las invisibles armas nucleares iraquíes o la increíble autoría de Bin Laden en los hechos del 11 de septiembre o los inexistentes bombardeos de las fuerzas de Khadafi contra la población Libia.
En realidad aunque la gran prensa subordinada a occidente no lo diga, estas acciones contradicen el derecho internacional y las resoluciones que ellos mismos han promovido al entregar a grupos terroristas armas y financiamiento para sus fines espurios.
Las pruebas que han salido a la luz en los últimos meses, demuestran la baja catadura moral de los llamados miembros del Ejercito Libre Sirio, que de libre no tiene nada y de sirio mucho menos.
Toda esta sensación de derrota se refleja también en los análisis que distintas entidades e investigadores independientes comienzan a deslizar, dando por posible ganador al Gobierno Sirio en esta contienda.
Así por ejemplo el servicio de inteligencia exterior de Alemania BND que predecía hasta ahora la caída del Gobierno Sirio, basado en informaciones recogidas de desertores del Ejercito de ese país, ahora anuncia que el Gobierno derrotara a la insurgencia antes de finalizar el 2013.
Hay que señalar igualmente a la Liga Árabe, que en un momento tuvo protagonismo en la situación Siria y ha perdido espacios, encontrándose ahora a la deriva, pues en medio de la desbandada han dejado solos a Turquía, Qatar y Arabia Saudí en la desagradable tarea de cargar con los crímenes y el desprestigio de los grupos insurgentes y sus fechorías.
Como siempre las victorias tienen muchos precursores, las derrotas son huérfanas. Es por ello que EE.UU esta sacando el cuerpo y ahora se quiere presentar como propulsor de la Paz. No duden, que obligados por la aplastante derrota que están sufriendo los grupos armados y financiados por ellos, se le otorgue un Premio Nobel a John Kerry por haber “negociado” la paz en la nación árabe.
De esta forma en una encuesta reciente organizada por la “Fox News” se dice que el 68 % de los norteamericanos encuestados piensan que su país debe permanecer lejos en la injerencia de los asuntos internos de Siria. Tal parece que los norteamericanos no saben que su Gobierno e instituciones armadas están metidos hasta el cuello en esta agresión.
Ahora aparecen en EE.UU las voces que claman por solucionar pacíficamente al problema Sirio, sin que nadie se cuestione quien creó, organizó y financió este problema.
Asimismo, en una visita hecha recientemente a Washington el Primer Minitro turco  Recep Tayyip Erdogan se llevó un verdadero fiasco al no lograr persuadir a Obama con el tema de Siria, rechazando todas sus demandas, incluida la de establecer zonas de exclusión aérea en el norte de Siria, dejando prácticamente solo a los países árabes que lo apoyaron en la aventura.
Un rotativo iraní señaló recientemente que uno de los resultados de la batalla de Qusseir a nivel árabe fue la visita sorpresa hecha por el actual príncipe heredero saudita Salman bin Abdul Aziz a Ankara, lo que indica que la crisis en Siria es una prioridad para las conversaciones con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, cuando esté último volvió de Washington con las manos vacías y con extrema molestia de Obama quien le dijo literalmente que “no tiene una solución mágica para la crisis en Siria”.
Es igualmente sintomático que personeros de países que habían callado ante la agresión contra Siria o inclusive habían apoyado las acciones del “Eje de la Guerra”, ahora claman por la solución negociada. Los casos de Austria, Republica Checa, Eslovaquia, Iraq e inclusive Jordania, son ejemplo de ello.
Sin embargo las percepciones no son iguales en todos los actores directos o indirectos del conflicto. Los libaneses por ejemplo tienen su visión de lo que ocurre en Siria.
En declaraciones recientes Suleiman Franyieh, jefe de la corriente Marada en el Líbano dijo que “la guerra global contra Siria pretende golpear la resistencia en la región, en la que Siria conforma su núcleo…”. Por otra parte los principales dirigentes de Hizbola han dejado bien claro que apoyarán al Gobierno Sirio hasta las últimas consecuencias pues no hay dudas de que su desestabilización apunta a debilitar el frente ante israelí Irán-Palestina-Líbano-Siria.
El ministro de defensa libanes Fayez Ghosn, advirtió de la gravedad de la situación en el norte de Líbano y Trípoli, diciendo que “la anarquía en esa zona desde hace días, pondría en peligro el destino de todo el Líbano”.
Como se puede observar en el Líbano tanto el Gobierno como las distintas corrientes y movimientos importantes tienen la percepción de que en Siria se esta jugando también su destino y que las intenciones de EE.UU en la región son favorecer el desmembramiento y atomización de los países que la componen para después dejar que Israel, quien tiene experiencia en manejar estas naciones desmembradas, pueda ejercer su dominio total y único.
El tema religioso no ha sido ignorado por los que pretenden dominar el mundo y para ello se pusieron como principal tarea la de romper con el ecumenismo que existía en Siria.
Quizás no todos conozcan que, era Siria el país de la región que mejor manejaba el tema de las relaciones interreligiosas y donde vivían en armonía creyentes de las distintas denominaciones predominantes en la zona. Alauitas, chiitas, sunitas, católicos y hasta los muy difamados kurdos, logrando cohabitar sin enfrentamientos ni contradicciones sociales y religiosas.
Es por ello que lo primero que hicieron los estrategas de occidente es potenciar la participación de extranjeros pertenecientes a corrientes extremistas, disfrazados de “representantes del pueblo sirio”, los cuales cometieron crímenes horrendos y acciones cuyo único objetivo era generar un odio irreflexivo entre creyentes de diferentes denominaciones.
Así las cosas los “analistas” norteamericanos empiezan a ver la “luz al final del túnel” al pronosticar una derrota de los “insurgentes” y la necesidad de entablar negociaciones urgentes para solucionar el problema.
La cuestión radica en que por negociaciones y solución pacifica los norteamericanos entienden otra cosa diferente a los sirios. Para ellos el problema no es la Guerra de desestabilización impuesta a ese país, sino como evitar un descalabro sin consecuencias de su “Ejercito de Insurgentes”.
Por negociación entienden el procedimiento en el cual puedan deslizar sus objetivos sin que sean tan evidentes.
Recordemos que los conceptos de libertad de elecciones, democracia, derechos humanos y otros empleados con frecuencia por la diplomacia norteamericana, no tienen nada que ver con la realidad y solo cumplen los parámetros establecidos, cuando responden a sus intereses.
De esta forma las elecciones son libres si gana su candidato, sino son un fraude; la democracia es auténtica si responde a los intereses de la minoría o sea el nuevo Demo; los derechos son solo para algunos humanos de primera clase, el resto solo tiene el derecho a vivir en la miseria o morir de hambre y enfermedades.
Así las cosas en estos momentos entre derrotas en el terreno militar, escaladas de terror que nada favorecen a las turbas criminales en que se han convertido los “rebeldes” en Siria e intentos de EE.UU en usar a sus aliados de ocasión Rusia y China para amortiguar el golpe, se quiere presentar a la farsa que se pretende organizar en Ginebra como una “solución” pacifica al enfrentamiento en Siria.
La estrategia de EE.UU en las conversaciones de Ginebra se compone de los siguientes elementos:
  • Utilizar a los “amigos” de Siria para reblandecer la posición del Gobierno y lograr concesiones,
  • Generar mas presión y desestabilización para poner al Gobierno en una posición desesperada y negociar desde posiciones de fuerza, considerando la premisa psicológica de que quien se encuentra en una posición desesperada amplia el umbral de concesiones en aras de buscar el fin de la situación.
  • Legitimar a la “oposición” presentándola como un actor valido que se necesita tener para lograr la solución, limpiándole la imagen de crueldad y barbarie que sus actos han creado y el papel de creadores de la desestabilización que han tenido durante la campaña.
De que solución pacifica se puede hablar cuando hay decenas de miles de muertos y una destrucción casi total de un país.
Que solución pacifica puede haber cuando se pretende dejarle espacios a los representantes de los criminales que han hecho matanzas de mujeres y niños inocentes, destruido obras que pertenecen a la cultura universal y practicado todo tipo de canalladas que incluyen el canibalismo pornográfico llevado a la pantalla de los medios de difusión.
Los patrocinadores de la reunión en Ginebra, tienen dificultades para poner de acuerdo a quienes deben participar en dicha reunión. Por un lado EE.UU no quiere ver al gobierno sirio sentado en la mesa, por lo que pretende que sea representado por figuras que ellos acepten como manejables.
Los representantes de la oposición se disputan los puestos de preferencia, no reconociéndose entre si la oposición de adentro y los de afuera, que viven en las capitales ostentosas de la región y representan a las bandas armadas.
Por otro lado los rusos y chinos desean que los que representen a la oposición no incluyan en sus nominas a miembros caníbales, pues temen por la seguridad de sus bien alimentados diplomáticos.
¿Solucionará Ginebra II el problema Sirio? Esto no queda claro, pero de lo que si estamos seguro es de que el pueblo Sirio decidirá su propio destino, independientemente de la fauna que occidente presente en la reunión ginebrina.

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