domingo, 2 de junio de 2013

Los manifestantes vuelven en cientos de miles a la plaza de Taksim de Estambul


La calma reina de momento en la emblemática plaza turca

La policía dispersa a la fuerza las protestas de Ankara



Cientos de miles de personas volvieron a ocupar hoy el centro de Estambul tras dos días de represión  policial de protestas pacificas que dejo hasta la fecha el mínimo de dos muertos. En un ambiente festivo, la gente volvió a protestar contra la actuación policial y del Gobierno y ahora piden la dimisión del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan,. Lo que empezó el lunes por la noche como una sentada contra la demolición de un parque en el centro de la ciudad, que el Gobierno quería convertir en una zona comercial, se transformó tras la violenta respuesta policial en una protesta masiva y generalizada sin precedentes durante los 11 años de Gobierno de Erdogan. Desde que se iniciaron las protestas, más de 1.700 personas han sido detenidas por las autoridades.
Durante el viernes y el sábado, los agentes antidisturbios usaron cañones de agua, enormes cantidades de gas lacrimógeno y en algunos momentos fuego real para intentar dispersar a los manifestantes. Hasta que el sábado por la tarde la policía se acabó retirando del centro de Estambul. En Ankara, sin embargo, los manifestantes han vuelto a toparse hoy con las fuerzas de seguridad. La policía ha echo uso de nuevo de gases lacrimógenos para dispersar a un millar de personas que pretendían llegar hasta las oficinas del primer ministro Erdogan.
"Primero, la gente no quiere que vuelva la policía por aquí al menos durante unos días. Segundo, queremos que Erdogan se disculpe públicamente y que detenga el proyecto [del parque]. Y, tercero, debería haber un cambio en la forma cómo [el Gobierno] hace política", resumió Enis Ozacar, un guía turístico de 35 años, sobre las demandas de los manifestantes. A su alrededor, en el parque Gezi y la Plaza Taksim, centro y símbolo de las protestas, miles de personas celebraban lo que consideran una victoria contra el Gobierno "autoritario" de Erdogan.
"[Erdogan] se está comportando como un dictador, queremos que dé marcha atrás"
Zuhal Unsla, enfermera de 28 años
"Antes, la gente tenía miedo de que [la policía] les pegara o usara gas contra ellos, pero hemos mostrado que ya no es así", comentó Halil Sertbulut, de 37 años y que compagina su trabajo en una empresa energética con un doctorado en Ciencias Políticas. "Por fin la gente de Turquía se ha activado políticamente".
Desde la mañana de hoy, numerosos voluntarios limpiaban, junto a los servicios municipales, la basura y los escombros producidos por las protestas, recogiendo incluso una a una las colillas del suelo. Otras personas distribuían gratis agua y comida o la apilaban en varios lugares en el parque para que la gente lo pudiera coger. Otros grupos bailaban en círculo cogidos de las manos y cantaban canciones tradicionales. Y también había quien ayudaba a mantener las barricadas que cierran varios de los accesos a la zona y con los que los manifestantes quieren evitar un regreso de los policías antidisturbios.
La gente pidió a la oposición en el Parlamento que no mostraran sus emblemas para que las protestas sigan siendo no partidistas. Pero grupos políticos más pequeños, en su mayoría de izquierdas, sí llegaron a Taksim con banderas rojas y amarillas. Muchas personas llevaban banderas de Turquía y también las había con la cara de Mustafá Kemal Ataturk, el fundador de la actual República Turca en 1923, defensor del Estado secular y a quien muchos ven como una figura opuesta a la del primer ministro.
"(Erdogan) se está comportando como un dictador, queremos que dé marcha atrás a sus decisiones y que se marche del Gobierno", insistió Zuhal Unsla, una enfermera de 28 años, también en Taksim y mientras todos en su grupo de amigos asentían con la cabeza. Otro grupo de manifestantes se mostraban más agresivo y amenazaba con "llevar la guerra a las calles" si Erdogan no dimite, en palabras de Nedim Sarfati, un camarero de 22 años que hablaba con voz muy ronca, según él debido al gas lacrimógeno. "¡Tenemos que mostrarle nuestra rabia porque él aún no se da cuenta!", exclamó Sarfati.
"Dicen que Tayyip Erdogan es un dictador. Si llaman dictador a alguien que sirve al pueblo, yo no puedo decir nada más", dijo por su parte el propio primer ministro en una intervención televisada. Erdogan, cuyo partido es islamista moderado, insistió en que el proyecto de remodelación del parque seguirá adelante a pesar de las protestas y añadió: "Vamos a construir una mezquita en Taksim y para hacerlo no necesitamos el permiso del CHP (el Partido Republicano Popular, principal grupo en la oposición) ni de unos cuantos vagos (en referencia a los manifestantes)".
"Erdogan cree que su palabra es la ley y quiere imponernos su estilo de vida, pero nosotros no queremos vivir así", comentó Ozacar, el guía turístico, mientras tanto él como los demás manifestantes aseguraban que continuarán en las calles hasta que el Gobierno cambie de actitud

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