PROCESO.COM.MX – El activista social Ignacio Suárez Huape denunció el allanamiento de una casa perteneciente a uno de los integrantes del movimiento opositor a la mina de la empresa canadiense Esperanza Silver, que pretende extraer oro y plata en la comunidad de Tetlama.
De acuerdo con la denuncia presentada en la agencia del Ministerio Público del municipio Temixco, con número de averiguación TX01-701-2013, desconocidos ingresaron a la vivienda de.
Ella participa activamente en el movimiento que se opone a la instalación de la mina en el cerro El Jumil, en Tetlama. La mina se localiza a menos de un kilómetro de la zona arqueológica de Xochicalco.
En la denuncia dieron a conocer que el martes pasado unas personas irrumpieron en la casa de Alejandra para destruir sus pertenencias y robar 20 mil pesos. En el sitio dejaron un mensaje con leyendas intimidatorias.
“Digan sí a la mina, putas”, “nosotros fuimos pagados para “aser” (sic) este puto desmadre”, “los tenemos bien vigilados putos”, “esto les va a pasar a todos los que digan no a la mina putos”, “dejen tragar pendejas”. El mensaje fue divulgado en redes sociales por los activistas que se oponen a la instalación de la mina.
Suárez Huape acusó a la empresa Esperanza Silver de ser la responsable del allanamiento de morada y también de crear un clima de inestabilidad social en la comunidad. Su estrategia, dijo, es un “común denominador de las mineras”.
Precisamente el martes pasado, cuando los habitantes de la comunidad de Tetlama se reunían con el gobernador Graco Ramírez, desconocidos aprovecharon para entrar y hacer pintas en la casa y amenazar a los ciudadanos contrarios al proyecto de la mina.
En esa reunión, el gobernador exigió al cabildo negar los permisos a la minera, ya que “tenían que pensar en el futuro de los niños”. Les aseguró que el proceso para extraer los minerales preciosos (oro y plata) contaminaría el río que pasa a un costado del cerro El Jumil y acabaría con el ecosistema de la región.
Además mataría la vida turística. A un kilómetro de la mina se encuentra la zona arqueológica de Xochicalco, declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, recordó el gobernador.
Recientemente fue lanzada una campaña en estaciones de radio, televisión y prensa escrita, en la que se rechaza la instalación de la empresa canadiense por los daños ambientales que implicaría.
Nadie sabe con exactitud quién paga esa campaña, pero los ecologistas aseguran que ellos no tienen los recursos para sufragar una campaña tan agresiva. Incluso presumen que se trata del propio gobierno del estado.
Permitir la operación de la mina a cielo abierto en Tetlama, Morelos, concesionada a la empresa canadiense Esperanza Silver,
sería darle el tiro de gracia a la ecología de la región y del estado. No sólo contaminará con cianuro y mercurio mantos freáticos, bosques y parcelas cultivables de la región, sino que afectaría la zona arqueológica de Xochicalco y la propia ciudad de Cuernavaca –distante 12 kilómetros del proyecto–, debido a la incontrolable dispersión de polvo con químicos y metales, afirmaron representantes de los Pueblos y Ciudadanía Organizada, del estado.
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