No es de extrañar que el testaferro del imperio, el venezolano Henrique Capriles, haya decidido dejarse caer por estos lados, exigiendo audiencias con unos y con otros.
Todo indica que aquella tesis que habla de que Chile se ha convertido en el teatro de operaciones privilegiado del imperialismo, sobre todo a partir del 11 de Septiembre de 1973, es totalmente cierta. Es como si nuestro país operase como un laboratorio, en donde las prácticas imperialistas se implementan con total impunidad, siendo el golpe de Estado y la refundación social capitalista posterior sus evidencias más claras. Ahora bien, una evidencia de lo profundo que ha calado esa imposición imperial lo podemos constatar en que hoy por hoy tengamos un presidente que es un representante directo de la burguesía monopólica y de que antes y después de él nos gobierne una representante de un conglomerado que expresa a los partidos políticos mantenedores del sistema. Ambas, la Alianza y la Concertación, adscriben plenamente a las condiciones imperiales impuestas en nuestra formación, lo que se expresa en que sus respectivos gobiernos no han cuestionado las bases de éste indigno y excluyente sistema.
De lo anterior, no es de extrañar que el testaferro del imperio Henrique Capriles haya decidido dejarse caer por estos lados, exigiendo audiencias con unos y con otros. En correspondencia, RN le asegura que será invitado a la Moneda y que se podrá entrevistar con los parlamentarios de la derecha. Por su parte, la sibilina DC le anuncia como un interlocutor válido de la oposición venezolana (donde su símil, el COPEI, pesa menos que nada). Los falangistas, que apoyaron el golpe militar en Chile y que asimismo avalaron el golpe allá en Venezuela, en abril de 2002, intentarán introducirlo en los círculos de la Nueva Mayoría; deben ser denunciados.
Ante el intento de la clase política de hacernos pasar por ‘demócrata’ a éste pelele, se hace necesario que las fuerzas sociales y políticas de izquierda y del progresismo le recordemos al pueblo y a Latinoamérica que fue Capriles quien encabezó el asalto a la Embajada de Cuba en Caracas, haciendo lo suyo durante el reaccionario golpe de 2002; el que ante cada elección que han ganado los chavistas (en donde ha perdido 2 veces) ha apelado al argumento de que son un fraude; cuyos financistas están ligados a la CIA; el que nuevamente quiso orquestar un golpe en su país, luego de perder ante Maduro y que a consecuencia de sus ‘democráticas’ ambiciones resultaron 8 personas muertas (entre ellas 2 niños), 70 heridos y una gran destrucción. Capriles representa el peor rostro de las políticas y prácticas imperialistas en nuestra América; eso no se nos puede pasar por alto.
Más allá de las legítimas diferencias que podamos tener con el proceso Bolivariano en curso, no se pueden desconocer sus avances en materia de justicia social y económica, sus reformas políticas democráticas, además de su preclara posición antiimperialista y de apoyo a otros procesos planetarios en donde cada día se juega el porvenir de la Humanidad toda.
Como hemos recordado en otras oportunidades, durante la campaña presidencial de 1970, el candidato de la patronal Jorge Alessandri fue recibido en la Provincia de Concepción con una paralización de tres días, convocada por sindicatos y partidos que apoyaban la candidatura del Compañero Salvador Allende. Bien sabemos que estamos en el 2013 y que todavía atravesamos la dispersión del conjunto de la Izquierda anticapitalista. No obstante y con todas las fuerzas disponibles del pueblo, ante sus antidemocráticas y criminales acciones, creemos que es un deber y una obligación ineludibles funar al tal Capriles y declararlo PERSONA NON GRATA EN CHILE, así como a los que en nuestro país le apoyan y avalan.
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