viernes, 19 de julio de 2013

Pueblo nicaragüense celebra 34 años del triunfo de la revolución sandinista

“Ver a Nicaragua progresar bajo las banderas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), 34 años después de derrotar al somocismo es suficiente para sentirse realizado”, aseguró este viernes el veterano de guerra Julio Antonio Gómez (El Vietnamita).
Para el héroe masayense, también conocido por algunos de sus compañeros de lucha como Eduardo Ramírez, nutre la satisfacción ver a miles de jóvenes graduados en todos los niveles de enseñanza y los resultados de los programas sociales desplegados en estos años.
Sin dudas, la Revolución Popular Sandinista transita ahora por una nueva etapa, digna del legado de quienes quedaron en el camino hacia el triunfo del 19 de julio de 1979, expresó en diálogo con Prensa Latina.
Recordó a los precursores Carlos Fonseca Amador(1936-1976) y Santos López (1914-1965), quien a su juicio devino puente entre Augusto César Sandino (1895-1934) y el primero, reconocido como fundador del Frente.
En la década del 60 cobraron fuerza las luchas obreras en sus distintas formas y con ello las masacres de la Guardia Nacional, lo cual alentó al accionar hasta llegar al triunfo tras la huída de Somoza Debayle, relató.
“La Revolución Cubana y en particular la gran victoria sobre los mercenarios asesorados y pagados por Estados Unidos que intentaron invadir ese país por Playa Girón (1961) nos inspiraron a formar un movimiento revolucionario”, aseguró.
“Playa Girón significó la reapertura de las luchas en Nicaragua. Cuba nos enseñó que la lucha era difícil pero que la victoria era posible”, enfatizó el dirigente de la Coordinadora de Solidaridad con esa nación en Masaya.
Bajo ese ejemplo, rememoró, Martín César Ramírez (Pinocho), Augusto López, Guillermo Espino y yo empezamos a organizar fuerzas en esta ciudad seguros de poder derrotar a Somoza.
Reconoció el aporte esencial de la exguerrillera Gladys Báez en las distintas acciones que desarrollaron para desestabilizar a la dictadura, como la toma del otrora Instituto Nacional de Masaya (1973.
“Yo tuve que abandonar mis estudios de psicología en la universidad y salir a la clandestinidad el 7 de noviembre de 1976, cuando cayeron Eduardo Contreras, Silvio Reñazco, Rogelio Picado y Carlos Roberto Huembes, pero todo el dolor que hemos pagado no fue en vano”, afirmó.
Hace seis años regresamos con más fuerza, emprendimos el andar por una nueva vía y hemos logrado desgastar a la derecha, sentenció.
Al pueblo lo quisieron engañar por 15 años, pero cuando abrió los ojos comprendió que las promesas neoliberales solo eran eso, agregó.
A su juicio “el neoliberalismo nunca dio una respuesta ni a Nicaragua ni al área, sus adalides se erigieron en el poder y terminaron despreciados por corruptos, porque sólo supieron privatizar y con ello alentaron el robo.”
La etapa iniciada con el regreso de Daniel Ortega al gobierno (2007) es del resurgir más fuerte del Frente, porque en los años 90 desde la oposición política acumulamos gran experiencia y pudimos percatarnos de los errores cometidos, subrayó.
Gómez significó la unidad alcanzada entre las bases y la dirección del partido, cuyo sustento popular lejos de aminorar crece por día como señalan todas las encuestas.
Pero eso sí, enfatizó, no podemos dormirnos ni sentarnos sobre nuestros laureles, el enemigo siempre estará conspirando y nosotros tenemos que seguir batallando hasta que desaparezca la más leve sombra del imperio.
El Vietnamita continúa trabajando en su barrio con los Gabinetes de la Familia, Salud y Vida; con la dirección del partido y con los comités de solidaridad, en tanto gana el sustento como vendedor de dulces artesanales en el mercado de Masaya.
Para quien pudo ser sicólogo, el tiempo entregado a la revolución le es devuelto cada día en gozos.
“Cuando nosotros nacimos no había oportunidad, llegué al cuarto año de universidad gracias a mis hermanos y tuve que dejarlo por la persecución somocista (1976), pero sería egoísta decir que no estoy realizado si ya mis sobrinos están formados como médicos en Cuba”, reflexionó.
Eso da satisfacción, aunque nos esforzamos no sólo por la familia sino por todo el pueblo, por eso a veces lloramos de emoción al ver miles de jóvenes graduados y sobre todo colaborando con la revolución, apuntó.
“No le quepan dudas -ratificó-, este nicaragüense se siente realizado al ver la patria progresar bajo las banderas del Frente”.
PL

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