El portal WikiLeaks ha publicado este viernes la declaración del ex colaborador de la CIA, Edward Snowden, hecha en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo, ante defensores de DD.HH.
A continuación, el comunicado de Snowden:
Hola. Mi nombre es Ed Snowden. Hace un poco más de un mes, tenía familia, un hogar en el paraíso, y vivía en una gran comodidad. También tenía la capacidad sin ninguna orden buscar, captar y leer sus comunicaciones. Comunicaciones de cualquier persona en cualquier momento. Ese es el poder de cambiar los destinos de las personas.
También es una grave violación de la ley. Las Enmiendas Cuarta y Quinta de la Constitución de mi país, el artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y numerosos estatutos y tratados prohíben este tipo de sistemas de vigilancia masiva y penetrante.
Si bien la Constitución de EE.UU. marca estos programas como ilegales, el Gobierno de mi país argumenta que las decisiones judiciales secretas, que al mundo no se le permiten ver, de alguna manera legitiman un asunto ilegal. Estas decisiones solo corrompen el concepto más básico de la justicia: que debe ser visto para ser hecho. Lo inmoral no puede hacerse moral a través del uso de la ley secreta.
Creo en el principio declarado en Núremberg en 1945: "Los individuos tienen deberes internacionales que superan las obligaciones nacionales de obediencia. Por lo tanto los ciudadanos tienen el deber de violar las leyes nacionales para prevenir que ocurran crímenes contra la paz y la humanidad".
Por lo tanto, hice lo que consideré correcto y comencé una campaña para corregir esta mala conducta. Yo no busco enriquecerme. Yo no trato de vender secretos estadounidenses. Yo no me asocié con ningún gobierno extranjero para garantizar mi seguridad. En vez de esto, llevé lo que sabía al público, para que lo que nos afecta a todos pueda ser discutido por todos nosotros a la luz del día, y le pedí al mundo justicia.
Esa decisión moral de contarle al público sobre el espionaje que nos afecta a todos nosotros ha sido costosa, pero era lo correcto y no me arrepiento.
Desde entonces, el Gobierno y los servicios de inteligencia de los Estados Unidos de América han tratado de hacer de mí un ejemplo, una advertencia a todos los que puedan hablar como yo. He sido hecho apátrida y perseguido por mi acto de expresión política. El Gobierno de los Estados Unidos me ha puesto en las listas de prohibición de vuelos. Exigió a Hong Kong que me pusiera fuera del marco de sus leyes, en violación directa del principio de no devolución, el Derecho de Gentes.
Se ha amenazado con sanciones a los países que defendieran mis derechos humanos y el sistema de asilo de la ONU. Incluso se ha dado el paso sin precedentes de ordenar a aliados militares a hacer aterrizar el avión de un presidente latinoamericano en busca de un refugiado político. Estas escaladas peligrosas representan una amenaza no sólo a la dignidad de América Latina, sino a los derechos fundamentales compartidos por todas las personas, todas las naciones, a vivir libres de la persecución, y de buscar y recibir asilo.
Sin embargo, incluso ante la cara de esta agresión históricamente desproporcionada, los países de todo el mundo han ofrecido su apoyo y asilo. Estos países, entre ellos Rusia, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador tienen mi gratitud y respeto por ser los primeros en estar en contra de las violaciones de derechos humanos cometidas por los poderosos en lugar de los sin poder. Al negarse a comprometer sus principios frente a la intimidación, se han ganado el respeto del mundo. Tengo la intención de viajar a cada uno de estos países para extender mi agradecimiento personal a su pueblo y sus dirigentes.
Les anuncio hoy mi aceptación formal de todas las ofertas de apoyo o asilo que me han sido extendidas y todos las demás que pueden ser ofrecidas en el futuro. Por ejemplo, con la concesión de asilo proporcionada por el presidente de Venezuela Maduro, mi condición de asilado ahora es formal, y ningún Estado tiene una base sobre la cual limitar o interferir en mi derecho a disfrutar ese asilo.
Como hemos visto, sin embargo, algunos Gobiernos en Europa occidental y Estados en América del Norte han demostrado su voluntad de actuar al margen de la ley, y este comportamiento persiste hoy en día. Esta amenaza ilegal hace imposible para mí viajar a América Latina y disfrutar del asilo concedido allí de acuerdo con nuestros derechos compartidos.
Esta voluntad de los Estados poderosos de actuar fuera de la ley representa una amenaza para todos nosotros, y no se debe permitir que tengan éxito. Por lo tanto, les pido ayuda para solicitar garantías de tránsito seguro de las naciones pertinentes en asegurar mi viaje a América Latina, así como solicitar asilo en Rusia hasta el momento que estos Estados respeten la ley, y mi viaje legal esté permitido. Voy a presentar mi solicitud a Rusia hoy, y espero que sea aceptada favorablemente.
Si tienen alguna pregunta, voy a responder a lo que pueda.
Gracias.
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