viernes, 16 de agosto de 2013

Evo hubiera sido el tercer presidente muerto en accidente de aviación

por Rafael Castaño Rendón

Mausoleo al General Omar TorrijosMausoleo al General Omar Torrijos
Evo pudo ser el tercero de gobernantes latinoamericanos muertos en accidente de aviación en las últimas décadas.
El 24 de mayo de 1981, Jaime Roldós Aguilera, presidente electo de Ecuador, que había acabado con décadas de dictaduras civiles y militares, tras promover la protección de los derechos humanos (en tanto Pinochet y otros de la zona los  trituraba con el consetimiento del Imperio)tras decretar la jornada laboral de 40 horas semanales, duplicar el salario mínimo, programar un progresista Plan Nacional de desarrollo y ganarse la enemistad de los EEUU, muere al estrellarse el avión en que viajaba. Han pasado treinta años y sus familiares no dudan en señalar a la CIA como culpable.
    Dos meses después, gobernando desde hacía poco Ronald Reagan en los EEUU, sufre una extraña explosión el avión donde viajaba el presidente de Panamá Omar Torrijos Herrera. En el juicio contra Noriega, su abogado manifiesta que posee la documentación de diversos atentados contra Torrijos y Noriega. El Tribunal que lo juzgaba declara improcedente que se muestren los papeles, pues violaría el acta pública de información clasificada.  
    Omar Torrijos Herrera, con métodos autoritarios, había establecido el reparto de la tierra entre los campesinos, crea escuelas, realiza obras públicas en una época en que se inician las políticas neoliberales y, con Carter, había llegado al acuerdo de que antes de fines de 1999 las tropas norteamericanas debían abandonar el Canal de Panamá y devolver la soberanía del mismo al estado panameño (algunos desde la izquierda, se opusieron a tal medida, porque permitía la estancia de las bases militares norteamericanas hasta dicha fecha). Tras la sangrienta invasión de EEUU a Panamá en 1989 desapareció la documentación de los acuerdos que estaba llevando Torrijos con Japón y que, según el famoso libro de John Perkins, Confesiones de un sicario económico, abriría un canal a nivel en Panamá, poniendo en peligro el poder económico y militar que prestaba el viejo Canal a los norteamericanos.
    Así, pues, si el avión de Evo Morales, que no tenía suficiente combustible para llegar a Bolivia, tras impedírsele el paso por el espacio aéreo de distintos países europeos, no hubiera conseguido el permiso para recalar en Viena y hubiera sufrido un percance mortal, se habría convertido en el tercero de una lista de presidentes latinoamericanos no adictos a Washington muertos en accidentes de aviación en las últimas décadas.

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