Como parte de la campaña de protestas internacionales contra las políticas intervencionistas de Occidente en los asuntos internos de Siria, cientos de personas en Sudáfrica realizaron una sentada frente a la Embajada de Estados Unidos en la ciudad capitalina de Pretoria, para protestar contra la “agresión imperialista en Siria”.
La protesta fue organizada el viernes por la ‘Coalición contra la Agresión Imperialista en Siria (CASI)’, conformada por partidos políticos de Sudáfrica, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, incluido el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU) y el Partido Comunista de Sudáfrica (SACP).
“Exigimos el fin inmediato de la guerra en Siria y el constante resonar de tambores de guerra por parte de EE. UU. y otros países imperialistas”, afirmó Bongani Masuku, secretario de relaciones internacionales del COSATU.
Esta sentada tenía por objeto “condenar las agresiones imperialistas, lideradas por EE. UU. y apoyados por (el régimen de) Israel, el belicismo, los asesinos, las violaciones de derechos humanos y el saqueo, especialmente en Siria, así como en el gran Oriente Medio”, aseguró.
Los participantes en esta manifestación, además de corear consignas antiestadounidenses, pidieron la paz, justicia y democracia para todos en el mundo.
Al final de la protesta, el COSARU emitió un comunicado en el que condenó la guerra en Siria. “La guerra en Siria está siendo alimentada y es en el interés del imperialismo y de sus aliados que buscan satisfacer sus propios fines egoístas de lucro a costa de la gente amante de la paz”, agregó la nota.
EE. UU. y algunos de sus aliados, basándose en informes de la autodenominada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS) sobre un supuesto uso de armas químicas por parte del Ejército del país árabe, adoptaron una retórica belicista contra Siria. Damasco, por su parte, negó energéticamente cualquier implicación en el uso de armas químicas en su territorio.
Sin embargo, el CSNU aprobó por unanimidad, el pasado 27 de septiembre, una resolución acordada previamente por Rusia y Estados Unidos para destruir todo el arsenal químico de Siria hasta el 30 de junio de 2014, a cambio de evitar un posible ataque contra el país árabe.
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