En medio de una sociedad devastada por guerras civiles, genocidios y otros desastres, en el África Occidental, surge la Sociedad de Personas Elegantes (Le Societé des Ambianceurs et des Personnes Elégants, SAPE), que busca restablecer la moral mediante el gusto por vivir y anteponerse a la violencia.
La República Democrática del Congo sufre de la “maldición de los minerales”, ya que la riqueza en que tiene en piedras preciosas, ha atraído la ambición de líderes africanos, europeos y estadounidenses cuyas empresas se dedican al saqueo, ningunean y humillan a la población.
Esto ha convertido a la RDC en una de las poblaciones más empobrecidas del mundo, un país rico con un pueblo pobre.
En este contexto surge la Sociedad de Personas Elegantes en Brazzaville, capital de la República, en donde la sociedad se revela ante el decreto dictatorial que los obliga a vestir el traje tradicional de 3 piezas llamado abacost.
Esta Sociedad, en medio de la devastación, se caracteriza por buscar el restablecimiento de la moral mediante el gusto por vivir, se contrapone a la violencia, a la depresión y a la agresión.
Francia dejó como herencia en el África Occidental el gusto por la moda, la elegancia se ha tropicalizado al estilo de la zona. Entre los miembros de la SAPE se pueden ver colores vivos, accesorios llamativos, bastones, puros, pipas y sombreros.
Grenard Matsoua, conocido por su resistencia a los colonos, fue el primer congoleño que regresó de París, vestido como un verdadero caballero, en 1922.
La Sociedad de Personas Elegantes no se caracteriza sólo por la elegancia, en primer lugar, un verdadero miembro del SAPE, conocido como sapeur, es un caballero y un pacifista. Cuentan con códigos invulnerables que van desde la prohibición de usar más de tres colores en un atuendo, hasta la obligación de mantener una moralidad intachable, que incluye el rechazo a las drogas y la violencia.
Hoy en día los miembros de esta Sociedad son considerados artistas, son respetados y admirados por la población. Los fines de semana se reúnen en bares y salas de baile, además de realizar desfiles de moda en las calles, en medio de aplausos y niños entretenidos.
Estos desfiles son la expresión de una cultura urbana en búsqueda de la no-violencia y la elegancia, refleja el deseo de los jóvenes a no ser apartados de la sociedad.
Actualmente existen grupos de sapeurs en Bruselas y París, además existe una nueva corriente que comienza a llegar a Londres.
Uno no puede escoger dónde ni cómo nace, pero sí quién quiere ser y qué hacer con el tiempo que le ha sido dado. La Sociedad de Personas Elegantes se ha convertido en un símbolo del poder de la imagen, de la indumentaria más elegante vestida cada mañana como armadura para resistir en el país más pobre del Mundo.
Fotografía de portada: Héctor Mediavilla
Imaju afrikanci duh kulture unutar sebe, i pored užasa robova i pored kolonijalizma, i aperhejda taj narod nosu u duhu jedan drevni ponos i kulturu.
ResponderEliminar