por Rubén Pulido
Aprovechando que estoy en Hamburgo y que los últimos días aquí han sido un poco agitados, quería contar mi experiencia.
En primer lugar tengo que decir que yo no vivo en el centro de la ciudad, la zona conflictiva; pero trabajo allí, concretamente en la zona de Altona-St. Pauli.
Muchos de mis contactos de Facebook han colgado noticias de Hamburgo durante estos días, incluso algunos me han preguntado directamente por mi integridad física.
Pues bien, tengo que decir que yo no he notado nada raro en la ciudad, sólo el incremento policial en la puerta del alcalde de la ciudad (que vive al lado de la academia), aunque por lo que he leído en el blog de expatriados españoles en Hamburgo, los disturbios se han producido por la noche en su gran mayoría.
He preguntado a algunos de los alumnos a los que doy clase por su opinión e incluso algunos mostraron su preocupación por la situación actual. De todas formas y aunque la policía ha actuado con violencia para reprimir algunos grupos, nada tiene que ver con la situación o las manifestaciones españoles. De hecho sólo en el día de hoy he leído que en un barrio de Burgos ha estallado un conflicto social, también en otro barrio en Melilla, hay una gran manifestación recorriendo las calles de Bilbao y otra gran manifestación en Barcelona, por no hablar de la Puerta del Sol, donde siempre hay algún grupo en huelga de hambre o pidiendo la III República. Con esto quiero decir que la noticia ha tenido un gran impacto debido al carácter tranquilo de los alemanes, a su mentalidad y a la forma de solucionar los problemas de una forma pragmática ya viven en los márgenes de lo políticamente correcto.
De hecho una chica en el mismo foro de españoles en la ciudad, ha comentado varias veces que la prensa española ha hecho ahínco en esta noticia como forma de suavizar las continuas manifestaciones en España, es decir transmitiendo un mensaje claro: en la primera potencia europea también se manifiestan y se reprime a la gente. Puede ser una buena teoría.
Pues bien, tengo que decir que yo no he notado nada raro en la ciudad, sólo el incremento policial en la puerta del alcalde de la ciudad (que vive al lado de la academia), aunque por lo que he leído en el blog de expatriados españoles en Hamburgo, los disturbios se han producido por la noche en su gran mayoría.
He preguntado a algunos de los alumnos a los que doy clase por su opinión e incluso algunos mostraron su preocupación por la situación actual. De todas formas y aunque la policía ha actuado con violencia para reprimir algunos grupos, nada tiene que ver con la situación o las manifestaciones españoles. De hecho sólo en el día de hoy he leído que en un barrio de Burgos ha estallado un conflicto social, también en otro barrio en Melilla, hay una gran manifestación recorriendo las calles de Bilbao y otra gran manifestación en Barcelona, por no hablar de la Puerta del Sol, donde siempre hay algún grupo en huelga de hambre o pidiendo la III República. Con esto quiero decir que la noticia ha tenido un gran impacto debido al carácter tranquilo de los alemanes, a su mentalidad y a la forma de solucionar los problemas de una forma pragmática ya viven en los márgenes de lo políticamente correcto.
De hecho una chica en el mismo foro de españoles en la ciudad, ha comentado varias veces que la prensa española ha hecho ahínco en esta noticia como forma de suavizar las continuas manifestaciones en España, es decir transmitiendo un mensaje claro: en la primera potencia europea también se manifiestan y se reprime a la gente. Puede ser una buena teoría.
En cualquier caso la raíz del problema ha sido la compra por parte de un empresario de una centro social auto-gestionado llamado Rote Flora (flora roja) de gran trayectoria y con gran implantación y popularidad en la ciudad. Algo así como la tabacalera en Madrid. El desalojo debía producirse a finales de diciembre, pero en lugar de eso, unos 10.000 manifestantes salieron a la calle en protesta. Desde esta institución se ayudaba también a cientos de inmigrantes llegados a las costas italianas de Lampedusa, y a los que el gobierno alemán a negado la concesión del exilio.
El resultado, como en todas las manifestaciones, fueron cientos de heridos y la toma de poder en la ciudad por parte de la policía. Durante los primeros días del año la policía detuvo a personas al azar, para pedirles los papeles, abrir sus mochilas… En los foros se aconsejaba no salir por estas zonas de la ciudad y se daba consejos a inmigrantes en caso de tener problemas. La embajada de Estados Unidos emitió un comunicado para pedir a los ciudadanos americanos que no visitasen ningún barrio del centro y se impuso el toque de queda a las 20:00 horas.
St. Pauli, uno de los barrios considerados como
“zona peligrosa”; sede del barrio rojo de la cuidad, y centro nocturno, ha sustituido su tradicional bandera pirata. Como una forma de reivindicación irónica los fémures cruzados han sido sustituidos por un par de escobillas de baño, después de que la policía incautase las escobillas de baño a un transeúnte (por ser considerada un arma peligrosa).
Habrá que esperar, para ver si Rote Flora resiste o no.
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