Un restaurante portugués cobró de más a un grupo de políticos como represalia "por robar desde el Gobierno". El dueño del local ha recibido numerosos mensajes de felicitación por su acción.
El incidente tuvo lugar en el restaurante A Meta dos Leitões, ubicado en la localidad portuguesa de Mealhada. Un grupo de 15 militantes políticos del partido Centro Democrático Social fue a comer a ese local y al pedir la cuenta se percataron que se les habían cobrado 19 menús en lugar de 15.
Pensaron que se trataba de simple un error. Sin embargo, cuando hablaron con el propietario del restaurante, este les dijo que en la factura no había ninguna equivocación y que actuó de este modo “como represalia por lo que nos está robando el Gobierno que vosotros apoyáis”, explicaron los militantes en la cuenta de Facebook del partido político.
Los políticos aseguraron en la red social que fueron “víctimas de un asalto” y denunciaron haber sido descaradamente "estafados", pero ninguno de ellos se puso en contacto con la Policía cuando se produjo el incidente, presuntamente porque llegaban tarde a un congreso.
Desde que la noticia del suceso comenzó a circular por Intenet, el dueño del restaurante, Gonçalo Sarmento, ha recibido numerosas felicitaciones por su acción, pero también alguna llamada amenazante.
"Esta gente me ha robado la vida, ahora les robo yo a ellos", declaró Sarmento a periodistas portugueses.
Pensaron que se trataba de simple un error. Sin embargo, cuando hablaron con el propietario del restaurante, este les dijo que en la factura no había ninguna equivocación y que actuó de este modo “como represalia por lo que nos está robando el Gobierno que vosotros apoyáis”, explicaron los militantes en la cuenta de Facebook del partido político.
Los políticos aseguraron en la red social que fueron “víctimas de un asalto” y denunciaron haber sido descaradamente "estafados", pero ninguno de ellos se puso en contacto con la Policía cuando se produjo el incidente, presuntamente porque llegaban tarde a un congreso.
Desde que la noticia del suceso comenzó a circular por Intenet, el dueño del restaurante, Gonçalo Sarmento, ha recibido numerosas felicitaciones por su acción, pero también alguna llamada amenazante.
"Esta gente me ha robado la vida, ahora les robo yo a ellos", declaró Sarmento a periodistas portugueses.
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