lunes, 3 de febrero de 2014

Chomsky sobre la manipulación mediática del Superbowl y los deportes profesionales

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Los deportes profesionales de la mano de los medios masivos de comunicación sirven como distractores de las cosas verdaderamente importantes y ofuscan la capacidad de la gente de pensar por sí misma, explica Chomsky.
Hoy es el Superbowl, el evento deportivo del año en Estados Unidos, con decenas de millones de aficionados siguiendo la transmisión por la televisión en un moderno ritual. El politólogo y lingüista Noam Chomsky, uno de los analistas de medios más lúcidos que tiene Estados Unidos en cuanto al discernimiento de la agenda política que se oculta en su forma y contenido, habló sobre el Super Bowl y la influencia de los deportes de audiencia masiva en la sociedad en el documental Manufacturing Consent.
Es distracción pura. Este es el verdadero mass-media dirigido al ciudano promedio. El propósito de estos medios es sólo ofuscar la mente de las personas.
Esto es sobresimplificar, pero para el 80% o cuánto sean, la idea central es distraerlos. Hacer que vean la NFL. Y que se preocupan de la noticia de “Madre da a luz hijo de seis cabezas” o de lo que sea que compras en el supermercado y cosas por el estilo. O sus horóscopos. O que se involucren en el fundamentalismo.
La clave en la manufactura del consentimiento es: “llevar su atención lejos de las cosas que verdaderamente importan y reducir su capacidad de pensar”. No sólo la NFL, los deportes en general y la misma industria del infotainment:
Los deportes, son otro ejemplo crucial de este sistema de adoctrinamiento, en mi perspectiva. Por una parte porque permiten que las personas se concentren en algo que no tiene importancia. Eso hace que no se preocupen de las cosas que realmente importan en sus vidas y de las cuales podrían hacer algo al respecto. 
Chomsky narra cómo desde que estudiaba en la preparatoria se dio cuenta de lo absurdo que era apasionarse por un equipo deportivo, cuando él no estaba jugando, ni ninguno de los que jugaban eran sus amigos, ¿por qué echar porras o vitorear? 
No tiene sentido. Pero el punto es que sí hace sentido: es la forma en la que se construyen actitudes irracionales de sumisión ante la autoridad, y una cohesión grupal detrás de elementos de liderazgo –de hecho es entrenamiento en jingoísmo irracional. Esto es también una de las características de los deportes competitivos. Creo que si analizas de cerca estas cosas, típicamente sí tienen funciones y por eso es que se dedica energía a apoyarlos y crear una base para ellos y los patrocinadores están dispuestos a pagar mucho dinero y así sucesivamente. 
Chomsky sugiere aquí que los deportes crean una narrativa de fanatismo que alimenta o sienta las bases para un nacionalismo exaltado que luego hace que la opinión pública permita invasiones militares y demás acciones beligerantes. (En cierto sentido el domingo de Superbowl es el día de la nación actual, en el que se reafirman valores patrióticos).  Habría que agregar que esta afiliación a equipos de deportes profesionales es también una forma de preparar a los individuos para formar relaciones emocionales con ciertas marcas, corporaciones que operan como supraentidades que se han apoderado de una personalidad.
Así como el fanático de un equipo como los Broncos de Denver o el Manchester United cree que tiene una relación interpersonal con su equipo, esto se extrapola a otras marcas (o al menos esto es lo que la publicidad busca)  como Apple o Armani y para demostrar su afecto, para hacer pública su relación y beneficiarse ante los demás de esta elección afectiva, el sujeto debe de comprar productos de esta marca y  ofrecer su lealtad. Los deportes profesionales y su estrecha relación con la televisión son piedra angular de la sociedad de consumo.

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