Diez personas quedaron heridas durante una manifestación de agentes portugueses que protestaron por los bajos sueldos y la pérdida de derechos laborales.
La paciencia tiene límites, dicen los manifestantes.
Miles y miles de elementos de las fuerzas del orden protestaron delante del parlamento en Lisboa.
Fue la más importante manifestación de los últimos meses en Portugal.
Hubo tensiones, algunos heridos y algunos detenidos.
Es la otra cara del Portugal que va bien mejor, según el Gobierno.
Lo que vemos aquí es un colectivo profesional del sector público, enfadado con la austeridad.
No aceptan pagar solos la factura, por mejor que quede su país ante Bruselas y el Mundo.
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