Anoche, un grupo de miembros del Partido de extrema derecha, Svoboda, que cuenta con tres ministros en el nuevo gobierno de Kiev, irrumpieron en la oficina de Pershyi Panteleymonov, el director de NTV, la principal televisión pública ucraniana.
Tras un forcejeo le obligaron a dimitir tras acusarlo de ser un agente de Moscú, un “moskal”, término peyorativo para refererise a los rusos.
El incidente ocurrió poco después de que el canal que dirige retransmitiera el discurso de Vladimir Putin.
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