Mientras la NASA celebra el aniversario 45 de la histórica llegada del Apolo 11 a la Luna, laAgencia Nacional de Seguridad de ese país acaba de desclasificar unos documentos sumamente curiosos en los que se hablan de planes secretos a ejecutar en la luna que, por fortuna , nunca se llegaron a realizar. ¿Sabíais que a finales de los 50 y comienzos de los 60, el gobierno de los Estados Unidos no solo pensó en montar una base militar en la luna, sino que hubo quien propuso volarla para atemorizar a los soviéticos?
Efectivamente la Guerra Fría tenía estas cosas, cada uno de los bloques ideaba formas sutiles de herir el orgullo del rival mientras demostraba ante el mundo su supremacía tecnológica. Por ello, a finales de la década de 1950 y comienzos de la de 1960, el ejército y las fuerzas aéreas estadounidenses encargaron estudios sobre la viabilidad de construir una base militar en la luna que incluiría su propio sistema de bombardeo a la Tierra.
Según Jeffery Richelson de la NSA, dos estudios sobre clasificados fueron realizados en 1960 el Programa Base Lunar Militar y en 1961 Plan Expedición Lunar (LUNEX), con el apoyo de la Armada y las Fuerzas Aéreas de los EE.UU. Ambos estudiaban la luna no con interés científico o propagandístico (como sucedió posteriormente con el Proyecto Apolo de la NASA) sino que analizaban la importancia estratégica de establecerse militarmente en nuestro satélite.
Tras los primeros éxitos espaciales de los soviéticos, en especial tras la puesta en órbita del Sputnik en 1957, los estadounidenses temían que los astronautas rusos fueran los primeros en llegar a la luna. El Programa Base Lunar Militar en particular mostraba el nivel de desesperación alcanzado por el ejército norteamericano ante el avance soviético, que les llegó a plantear la posibilidad de mover explosivos a una base que habría de construirse en la luna y desde la cual podría bombardearse a la Tierra. El plan esperaba tener lista la base para 1969 aunque por fortuna la Casa Blanca nunca llegó a aprobarlo. En su lugar, ese fue el año en que finalmente el famoso Eagle del Apolo 11 alunizó inscribiendo a Armstrong y su “pequeño paso” en todos los libros de historia.
Pero sin duda, aquella no fue la mayor “animalada” ideada por los militares estadounidenses. La palma se la lleva un trabajo de 1959 titulado Un estudio de Vuelos Lunares de Investigación en el que colaboró un joven astrónomo llamado Carl Sagan. En él, se encontraba una propuesta radical que habría de detener la Guerra Fría con un enorme golpe de efecto: volar con explosivos parte de la luna.
Según lo leído en Nature World News, la NSA ha desclasificado una de las partes “top secret” del citado estudio, lo cual ha revelado que los supuestos “vuelos lunares de investigación” consistían en realidad en llevar una cabeza nuclear a la luna lo suficientemente grande como para hacer ante el mundo toda una “declaración” sobre el poder de los EE.UU., dedicada especialmente a los soviéticos.
Afortunadamente este otro plan nunca abandonó el papel ya que los expertos de las Fuerzas Aéreas advirtieron de que los riesgos del plan (por ejemplo que los escombros lunares producidos por la explosión cayeran sobre la Tierra de forma indiscriminada) excedían enormemente a los supuestos beneficios.
Tras leer algunas de estas ideas, uno no sabe si deprimirse ante las mortíferas ideas que algunas mentes “preclaras” de aquellos años llegaron a proponer, o alegrarse enormemente de que el sentido común se impusiera finalmente. Sea como sea solo cabe felicitarnos por haber superado aquellos terribles años de la Guerra Fría sin haber volado el planeta.
(Tomado de Blogs de Yahoo)
0 comentarios:
Publicar un comentario